miércoles, 22 de mayo de 2013

"CAN DOMENGE"; NI RASTRO DEL DINERO DE LOS SOBORNOS EN LOS REGISTROS DE LAS CASAS DE MUNAR Y NADAL

Tras la confesión de Vicens
Ni rastro del dinero de los sobornos en los registros de las casas de Munar y Nadal
Sí se han hallado documentos que prueban las relaciones con Vicens para el amaño
La caja fuerte que tiene la ex presidenta del Consell de Mallorca en su piso de Palma estaba ayer noche vacía cuando la abrió la Policía Judicial

Maria Fuenteálamo | Eduardo Colom | Palma

La Policía Judicial ha reanudado a primera hora de esta mañana los registros en la casa de Costitx de Maria Antònia Munar. Hasta el lugar se han trasladado varios agentes y el fiscal Miguel Ángel Subirán. Los registros comenzaron ayer tarde y se prolongaron hasta la noche en las dos viviendas que la ex presidenta del Consell de Mallorca y ex líder de Unió Mallorquina posee en la isla en busca de pruebas del millonario soborno que, a tenor de lo que declaró ayer mismo por escrito ante la Justicia su otrora socio político y ex conseller insular de Urbanismo Bartomeu Vicens, Munar cobró de la promotora catalana Sacresa en la trama de Can Domenge.

Según la demoledora revelación realizada por Vicens ante la Audiencia Provincial de Palma poco antes de los registros, fue una mordida de cuatro millones de euros exigida a cambio de amañar el concurso para edificar 500 viviendas de lujo en el mejor solar público de Palma y venderlo por la mitad de su precio: 30 millones de euros.

Los registros en las dos propiedades de Munar se prolongaron hasta bien entrada la noche. Primero en Costitx, donde debido a una cuestión sobre la titularidad de su residencia, la comitiva abandonó la casa a última hora de la tarde con la previsión de regresar hoy mismo.

Después el equipo judicial se trasladó hasta el apartamento del Paseo Marítimo que la ex presidenta tiene en Palma donde pasadas las 10 de la noche se procedió a abrir la caja fuerte de la familia Munar. Una cámara acoraza de grandes dimensiones que la Policía Judicial halló dentro del armario de uno de los dormitorios de la vivienda. La Policía tuvo que esperar a que la familia se desplazara de nuevo hasta Costitx asegurando que la llave de la misma se encontraba allí. Al abrirla, estaba vacía. Los investigadores se incautaron en ambos registros de documentación y escrituras de propiedades.

Junto a las dos viviendas de Munar –su lujosa casa rústica en Costitx y su apartamento en primera línea del Paseo Marítimo de la capital–, la Fiscalía registró también el chalé del ex vicepresidente del Consell Miquel Nadal, igualmente implicado de lleno por Vicens en el reparto de esa comisión en efectivo. En casa de Nadal apenas hallaron 4.000 euros en metálico para compras particulares.

La misma Munar realizó una serie de declaraciones ayer tras el registro de su casa. Aseguró a Europa Press que suponía una actuación "normal" después de que Vicens hiciera entrega por la mañana de su escrito de confesión en la Audiencia. La exlíder de UM llegó a decir que no había "más remedio" [que ejecutar el registro] y agregó que la comisión judicial se llevó de su casa "recortes de periódicos y escrituras públicas".

Vicens lleva preso casi tres años por regalar 12.000 euros públicos del Consell a su contable privado por un informe falso, habiéndole comprado así con fondos públicos facturas falsas con las que el expolítico camuflaba tributariamente sus comisiones.

Pese al alud de graves escándalos de corrupción que cercan a la cúpula de UM y a pesar de que Munar tiene ya sobre sus espaldas una condena de 5 años y medio de cárcel todavía pendiente de revisión en el Tribunal Supremo, Vicens es el único integrante de la ya extinta formación que ha sido privado de libertad.

Como adelantó este diario, hace unas semanas que Vicens, cuya esposa también se enfrenta a una severa acusación y pena de cárcel por colaborar en sus manejos económicos, se derrumbó y decidió tirar de la manta. El hombre que durante el boom inmobiliario custodiaba el tiralíneas con el que el Consell recalificaba terrenos está decidido a confesar los escándalos que protagonizó junto a sus compañeros de filas a cambio de una mejora en su oscuro panorama penitenciario. Busca atenuantes y una fecha de salida de la prisión. Para ello ha pactado con la Fiscalía y ha empezado por relatar ante la Justicia la trastienda del caso que debe ser juzgado a partir de junio: el caso Can Domenge. Está dispuesto a confesar en otros casos como Son Oms o TV de Mallorca.

Ayer a mediodía, el ex conseller de Urbanismo entre 2003 y 2007 entregó su escalofriante escrito de confesión en el que desgrana cómo se amañó el concurso del solar y expone cómo Sacresa pagó el soborno de 4 millones.

En su relato, desvela cómo 1,8 millones de euros de esa suma total –a los que se les restó una parte para un intermediario que portaba el dinero– se fraccionaron en tres partes idénticas. Cada una de ellas por valor de 600.000 euros en efectivo y que fueron a parar a Munar a Nadal y a sí mismo. Afirma que 2 de los 4 millones restantes fueron para el partido y, según dice aunque sin explicar por qué, 200.000 euros –un 5%– para el empresario Pedro Ferrá Tur, que se asoció con Sacresa para la edificación del proyecto diseñado por el prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel.

Para demostrar que dice la verdad, el exconseller envió ayer mismo a una representante legal con 160.000 euros en efectivo a la Audiencia. Es parte del dinero que él afirma haber cobrado por el pelotazo de Can Domenge mientras era político y forma parte de la suma que se ha comprometido a devolver a la Justicia para cooperar con el esclarecimiento de la trama. La Fiscalía le exige que devuelva más dinero.

Vicens sostiene en su confesión que Munar les explicó en una de sus comidas habituales que había pactado con Jaume Matas segregar la finca de Can Domenge para que el PP desarrollase el Palma Arena, en el que Matas tenía mucho interés, y que así el Consell de UM podría sacar a la venta Can Domenge. Según Vicens, la presidenta les dijo que así el Consell sacaría dinero para hacer proyectos y UM obtendría fondos para la campaña electoral gracias a la comisión que pedirían a quien comprase el solar.

El ex número tres del Consell identifica en su escrito a Munar como la política que tomaba todas las decisiones y a Nadal como la persona que luego daba las instrucciones para ejecutar los planes. Los tres, sostiene, tenían absoluto conocimiento de que el concurso para el solar de 30 millones de euros estaba amañado desde el principio.

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