lunes, 3 de agosto de 2009

CLAVES PARA ENTENDER LA TRAMA "POPULAR"

Proceso judicial contra cargos del PP




Rajoy ha mostrado en repetidas ocasiones su apoyo a Camps. | Vicent Bosch

Esther Mucientes | Amaya García | Madrid











¿Qué es el 'caso Gürtel'?


Luis Bárcenas.

El 'caso Gürtel', en castellano el 'caso Correa', es la investigación de una presunta trama de corrupción liderada por Francisco Correa que afecta a cargos del PP. El caso tiene tres ramas. Una en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid -con tres diputados autonómicos del PP acusados-, otra en el TSJ de la Comunidad Valenciana -donde han estado implicados el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el secretario del PP valenciano, Ricardo Costa- y la última en el Tribunal Supremo, donde el senador Luis Bárcenas (hasta ahora tesorero nacional del PP) y el diputado nacional Jesús Merino, han sido citados como imputados.

La supuesta red de corrupción, formada presuntamente por Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez -'El bigotes'- y Antoine Sánchez, pagaba a funcionarios públicos y autoridades -con trajes, dinero, regalos, coches- para obtener tratos de favor en la concesión de eventos.

Según lo investigado en las diligencias 275/08, "en la causa existen indicios suficientes de que los imputados, en unión de otros, establecieron un conglomerado de empresas para nutrirse de fondos de entidades públicas, en particular en algunos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, principalmente de las Comunidades de Madrid y Valencia, para obtener un beneficio propio".

Lo que empezó con la detención de cinco personas con cierta vinculación al PP se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el partido más importante de la oposición. Diputados, consejeros, alcaldes, el tesorero nacional, un barón 'popular', en definitiva, toda la jerarquía del PP ha quedado tocada por la sombra de la corrupción gracias a las 'malas compañias' de Correa y sus subalternos.

La trama madrileña

Tres diputados autonómicos -López Viejo, Martín Vasco y Bosch Tejedor- y cuatro alcaldes -González Panero (Boadilla), Ortega (Majadahonda), Ginés López (Arganda) y Sepúlveda (Pozuelo)- componen la rama madrileña de Gürtel. El ex consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo, fue de los primeros en saltar a la palestra. Su nombre regresaba a los titulares relacionado con irregularidades.

Según varios documentos del juez instructor del caso, Baltasar Garzón, y a los que tuvo acceso EL MUNDO, López Viejo recibió un mínimo de 563.000 euros en sobornos a cambio de dar contratos a las empresas de Francisco Correa.

En la actualidad, despojado de su cargo y de su poder dentro del PP de Madrid, se encuentra imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que fijó una fianza de 750.000 euros para garantizar la devolución del dinero defraudado por el 'caso Gürtel'.

Le siguieron el también diputado autonómico de Madrid, Benjamín Martín Vasco, al que Garzón acusó en su auto "de labores de intermediación en la adjudicación de proyectos urbanísticos desarrollados en ese Ayuntamiento, así como la percepción de notables cantidades de dinero de personas relacionadas con sociedades favorecidas por esa adjudicación".

Su colaboración en la trama le habría reportado unas ganancias calculadas por el juez en 437.166 euros, la mitad de lo que el TSJM le fijó como fianza (955.000 euros). Y, Alfonso Bosch Tejedor, que cuando desempeñaba su cargo de Gerente de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda de Boadilla del Monte (Madrid), "percibió importantes cantidades que podrían tener relación con la adjudicación de contratos a empresas del entramado".

La rama valenciana

La sombra de la corrupción sobre el PP valenciano es probablemente la que mayores quebraderos de cabeza haya provocado en la sede de Génova. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su 'número 2', Ricardo Costa, se vieron las caras con la Justicia por haber recibido, presuntamente, varios trajes pagados por una de las empresas de Correa, Orange Market.

Camps y Costa se vieron implicados en el caso 'Gürtel' desde que el pasado 6 de marzo el juez Garzón decidiese inhibirse de parte de la investigación en favor del TSJCV tras hallar indicios de responsabilidad penal en los dos dirigentes valencianos, que decidió archivar la causa contra ellos por supuesto delito de cohecho pasivo y aceptó de esta manera los recursos de los cuatro imputados.

El juez Garzón sugirió que el PP valenciano recibió 420.000 euros por favorecer a una empresa de Francisco Correa y pedía investigar a Camps (el 'Curita') y a Costa por supuestos pagos en especies con trajes de la tienda Milano, aunque cuando el caso llegó a Valencia, el TSJ limitó la investigación a un presunto delito de cohecho, descartando tanto la financiación ilegal como el tráfico de influencias.

Camps y el resto de imputados valencianos declararon ante el juez José Flors, magistrado instructor de la rama valenciana, entre el 19 y el 21 de mayo. Más de un mes después, el juez dictó un auto por el que cerró las diligencias previas y mantuvo que existen "indicios racionales de delito" para abrir juicio oral contra el presidente valenciano.

El de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha sido el último nombre en saltar al escenario mediático. En una conversación grabada al 'Bigotes', éste aseguraba que regalaba bolsos de la exclusiva marca Louis Vuitton a la primera edil, que en una comparecencia pública afirmó que "todos los políticos reciben regalos".

Los regalos de Correa

Un Land Rover, estancias en hoteles, viajes, más de tres millones de euros en comisiones, trajes... Ésta era la forma que Francisco Correa tenía de pagar los 'favores' de los cargos 'populares' implicados en la trama de corrupción, según el auto de Garzón. Sólo contando las 'entregas' a los implicados en Madrid, Correa se dejó más de tres millones de euros sin contar coches, televisiones y demás.

En la parte valenciana, la cantidad, según el auto del magistrado, alcanzaría los 420.000 euros, más los 12.783 euros que costaron los trajes que Camps supuestamente recibió de Correa a cambio de otorgar adjudicaciones a esta sociedad desde 2005 a 2009 por valor de unos cuatro millones de euros.

Según el auto, 'El Bigotes', con el que según se desprende de varias grabaciones telefónicas Camps tenía una especial relación de amistad, encargó para el presidente de la Generalitat un esmoquín confeccionado en Nueva York y un chaleco blanco para una recepción en el Vaticano.

'Donde dije digo, digo Diego'

El 'caso Gürtel' no ha dado un respiro a Mariano Rajoy en las últimas semanas. El goteo de implicaciones así como al proceso judicial contra miembros del PP, entre ellos su tesorero Luis Bárcenas, ha puesto contra las cuerdas al líder del PP que como estrategia o bien ha optado por el silencio o por improvisar el guión.

Parapetado detrás de 'la presunción de inocencia, hasta que se demuestre lo contrario', Rajoy ha arropado tanto a Francisco Camps como a Bárcenas, que el pasado 22 de julio declaraba ante el Supremo por supuestos delitos de fraude fiscal y cohecho. "El futuro de Bárcenas está como el de todos", decía a principios de julio. Una semana después de declarar ante el TS, Bárcenas ha presentado su dimisión temporal, de "común acuerdo" con Rajoy, "hasta que se acredite su inocencia", según el comunicado del PP en el que se anunciaba la renuncia.

Para unos, Rajoy ha mantenido una postura demasiado suave y poco decidida dadas las circunstancias, empleando a veces incluso un doble rasero. Mientras en Madrid los implicados en la presunta trama corrupta fueron apartados de sus cargos -aunque siguen como diputados- incluso antes de ser imputados, a Camps -"es absurdo" pensar que el presidente de la Generalitat Valenciana "se pueda vender por tres trajes", ha dicho Rajoy- su presunta vinculación con Correa y 'el Bigotes' no ha supuesto ninguna decisión drástica. En el caso de Bárcenas, su renuncia se ha hecho esperar. "Bárcenas nunca me ha chantajeado", anunciaba el líder del PP hace unos días.

Muchos 'populares' daban por hecha la salida de Bárcenas este mes, pero pocos firmaban con nombre y apellidos la previsión. Sin embargo, Bárcenas había manifestado públicamente que contaba con el apoyo del líder de su partido y que no le había pedido que dimitiera.

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