miércoles, 11 de mayo de 2011

LOS RENEDO BUSCARON LA CLAVE POLÍTICA DEL CASO

Marta Renedo, conducida al furgón policial. D. MORA
Las escuchas revelan que la familia llegó a comparar su causa, entre otras, con la ‘trama Gürtel’

PILAR CAMPO OVIEDO

La familia Renedo planteó la causa de la supuesta trama, desde un principio, bajo un enfoque político. Las escuchas telefónicas así lo revelan en varias conversaciones que la ex jefa de servicio de Procesos Administrativos, Marta Renedo, mantiene con su hermano José, que fue candidato del PP en las listas de Avilés y es amigo personal de Joaquín Aréstegui.

Marta mantiene varias conversaciones con su familia y sus amigos donde se muestra extrañada de que se hable de la presunta malversación y no se aborde “la falta de control” de la Administración en las contrataciones, mientras piensa que lo más fácil sería que se “tapara” el caso y que se llevara en Oviedo.

En un pinchazo telefónico, registrado el 6 de marzo de 2010, Marta Renedo se muestra molesta por las informaciones de prensa. Su hermano le contesta: “Poco puedes hacer ante las filtraciones”. Y el ejemplo con el que ilustra la imposibilidad de evitar que trascienda el contenido de su actuación presuntamente irregular en la Administración regional a la opinión pública es “el caso Gürtel”. La investigación judicial acababa de dar sus primeros pasos y los interlocutores aún hablaban con tranquilidad, ajenos a que sus conversaciones eran sometidas a intervenciones policiales y judiciales .

En esas fechas, aún no había trascendido completamente el alcance de la investigación y se desconocía todavía la existencia de una supuesta trama, en la que estaban implicados cargos políticos, empresarios y funcionarios por delitos de malversación de caudales, tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y negociaciones prohibidas a funcionarios.

La primera preocupación de Marta Renedo era conocer de dónde salían las primeras filtraciones de su caso a la prensa y no ocultaba su inquietud si se destapaba. El 6 de marzo, Marta habla con su hermano varias veces y él le tranquiliza diciendo que no se preocupe porque “a nadie le interesa un juicio largo” y ella le responde: “Lo que puede salir de ahí, ¡dios mío!”.

Marta reconoce a su marido, Luis F.-T., que está “agobiada” y se lamenta sobre “cómo se ha podido meter en un lío tan descomunal, tan sin sentido” y él le anima. Renedo se muestra inquieta también por conocer la reacción que han tenido sus compañeros de trabajo y le pregunta a una de ellas “qué gente la apoya y cuál la odia” y, tras ponerla al día, le dice que se ha dado cuenta de que “le ha quedado poca gente”. En otras conversaciones, Marta Renedo va variando de su primera reacción de “confesar” todo lo que sabe y de desvincular al resto de compañeros y superiores de su actuación a insinuar que si tirara de la manta podría llegar a caer “todo el gobierno”. Marta compara también su caso con el de la Unión Mallorquina, pero su hermano le dice que es un tema muy distinto al suyo “ya que en ese caso son políticos”.

lavozdeasturias.es

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