jueves, 19 de enero de 2012

"CASO GÜRTEL"; LA FISCALÍA ADVIERTE AL JURADO POPULAR: "ESTO NO ES UN JUICIO POLÍTICO"

Las conclusiones finales

Ha expuesto hasta 18 motivos por los que considera culpables a Camps y Costa
"No hagan actos de fe', ha pedido al jurado tras exponer todas sus pruebas
'Si lleva la cara manchada de chocolate, hace falta ver quién se lo ha comido'
'No nos concierne a nosotros decidir si esos hechos son graves o no'
La Fiscalía atribuye ahora más prendas a Costa y dos menos trajes a Camps

Rodrigo Terrasa | Valencia

La Fiscalía Anticorrupción tiene hasta 18 motivos para creer que Francisco Camps y Ricardo Costa son culpables de un delito continuado de cohecho pasivo impropio. Así lo ha expuesto este jueves Myriam Segura durante el turno de conclusiones de la acusación pública, penúltimo capítulo del juicio que desde hace ya 25 días se celebra en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana contra el ex presidente de la Generalitat y el que fuera secretario general del PP valenciano.

Tras lo visto durante el proceso, la Fiscalía ha admitido alterar el número de prendas atribuidas a Camps y Costa. Ha sacado de su informe final los cuatro trajes que Camps dijo devolver y ha dejado el total que supuestamente se regaló al ex presidente en diez trajes, cuatro americanas, cuatro corbatas y cuatro pares de zapatos. El importe de sus regalos baja de 14.021 euros a 13.121.

Por el contrario, eleva la cantidad de obsequios a Ricardo Costa, que, según la Fiscalía, aceptó cinco trajes, dos americanas y nueve pantalones. Todo valorado en 10.075 euros, por los 7.325 de la acusación inicial.

Los matices en el inventario no alteran su convencimiento de que Camps y Costa son culpables. Sus motivos, 18.

La fiscal ha sentenciado que existen pruebas documentales de que hubo encargo de prendas para los dos acusados tanto en Milano como en Forever Young y que hay pruebas documentales de la confección de las prendas. Ha recordado los encargos a la sastrería Sastgor, admitiendo incluso la exclusión de los cuatro trajes que, según Camps, se devolvieron. «Hay dos versiones distintas de cómo se devolvieron y sabemos que se devolvieron porque no le venían y no porque no aceptara regalos», ha matizado.

Hay también prueba documental del pago de las prendas por personas distintas a los acusados y hay pruebas de que esas compras se disfrazaron con facturas que contenían conceptos falsos. «Se trataba de ocultar para quién se hizo esas compras».

La fiscal ha recapitulado igualmente la larga lista de testigos que han confirmados los hechos de la acusación. «Son creíbles», ha subrayado. Ha mantenido que sus declaraciones concuerdan con los documentos y con el resto de testimonios. Y ha rescatado lo dicho por Isabel Jordán y José Luis Peñas, que impulsaron el inicio de la investigación, o los testimonios de las cajeras de las tiendas, los encargados, directores de compras, los dependientes, el informático, el responsable de la sastrería, o el polémico director de moda José Tomás.

«Son muchas prendas a lo largo de muchos años», ha recordado la fiscal para desmontar la «teoría de la animadversión» que la defensa de Camps ha lanzado siempre sobre Tomás.

Ha recordado que ha habido testigos que están imputados en otros procedimientos vinculados con esta causa. «Esto les dificulta muchísimo decir la verdad». Hablaba de Francisco Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo, cabecillas de la trama Gürtel. También ha puesto en cuestión la declaración de los otros testigos que han desmentido los hechos y ha rescatado las «imprecisiones» y las «inexactitudes» en las testificales de Raquel Vázquez, contable de las tiendas, y de Eduardo Hinojosa, propietario del negocio. La fiscal ha subrayado su «comprometida» situación y ha avanzado que cuando se resuelva el juicio pedirán que se investigue a ambos por posibles delitos de falsedad.

En los argumentos a favor de la condena ha sumado las declaraciones de los peritos de la Agencia Tributaria, que «han confirmado que hubo encargos, confección y pago de prendas mediante cheques o transferencias», también las pruebas contables extraídas de las auditorías de las tiendas de ropa, o los informes de los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF).

Ha asegurado que las pruebas de voz y las múltiples llamadas telefónica escuchadas durante el juicio certifican la relación de Camps y Costa con la trama y confirman las sospechas aunque no se hable expresamente de los trajes. "El teléfono de Álvaro Pérez fue intervenido un mes después de que se acabaran los regalos de las prendas, por lo que es normal que no se hable de los trajes", ha dicho.

La Fiscalía ha destacado la importancia de los documentos expuestos durante el último mes en el TSJ, las notas manuscritas en las tiendas, las listas de prendas bajo los nombres de Camps y Costa. También las referencias a las cajas B de las empresas de Correa. «La salida de dinero de esas cajas coinciden con los pagos a Milano y coinciden con los tiques asignados a Camps», ha concluido.

Por último ha recordado que dos personas ya han sido condenadas por hechos similares: Víctor Campos y Rafael Betoret. Ha aclarado que su conformidad implica admitir los hechos y ha destacado que Betoret incluso devolvió las prendas que le regalaron a él.

También ha subrayado la «inconsistencia» en las defensa de Camps. «Vamos a utilizar la lógica y el sentido común», ha pedido la fiscal. «¿Por qué se hicieron unos regalos tan personales? ¿Les regalan a ustedes cosas personales personas que no son de su círculo de amistades o familiar? Si eran amigos, ¿por qué Álvaro Pérez dijo: A ver si me jubilo macho y dejo de aguantar político? ¿Es posible una teoría de la conspiración en la que están implicados fiscales, jueces, policías, un interventor del Estado y varios empleados de las tiendas?»

’No hagan actos de fe
La Fiscalía se ha dirigido al jurado popular (seis hombres y tres mujeres) para pedirles que no hagan «actos de fe». Que no se fíen de nadie y se limiten a comprobarlo todo, a cuestionarlo todo. «Coloquen el objetivo de la cámara donde tiene que estar», ha pedido antes de recordar que lo que aquí se juzga es si Camps y Costa aceptaron regalos que se les hicieron «en atención a su cargo público».

«Esto no es un juicio político», ha sentenciado la responsable de la acusación pública. «¿Alguien les ha preguntado a quien votan ustedes?», ha preguntado para señalar después a Francisco Camps como el único responsable de llevar la política a la sala. «Fue él quien dijo que había venido aquí a demostrar que los valencianos votaban por un presidente inocente. ¿Quién ha hablado de política aquí?».

La fiscal ha recordado que «nadie está por encima de la ley», ha censurado que se intente convertir el proceso en una cuestión entre Madrid y Valencia y ha sido muy insistente a la hora de criticar la «teoría del montaje» esgrimida por las defensas. «Hay que acreditarlo todo para que ustedes no tengan que hacer ningún acto de fe», ha repetido.

«No nos concierne a nosotros decidir si esos hechos tienen gravedad suficiente para ser delito o no. Eso corresponde a los diputados y senadores que hace muchos años decidieron que debía ser delito recibir regalos por parte de funcionarios», ha aclarado.

Ha recordado que el juicio no es capricho de la fiscalía y ha refrescado la trayectoria judicial del caso, el paso incluso por el Supremo.

Y sabiendo que las defensas de Camps y Costa mantendrán que no hay ninguna prueba directa de los regalos ha tirado de su discurso más didáctico. «No hace falta ver cómo se mataba a la víctima para condenar un homicidio. Si aparece nuestro chaval con la cara manchada de chocolate, ya no está la tableta en el armario y el chaval lleva el envoltorio en la mano, ¿necesitamos ver quién se lo ha comido?».

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