jueves, 22 de diciembre de 2011

"CASO GÜRTEL"; EL PROPIETARIO DE FOREVER YOUNG TRATA DE EXCULPAR A CAMPS Y CARGA CONTRA EL SASTRE

Comienza la novena sesión del juicio a Francisco Camps y Ricardo Costa


María Fabra Valencia

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Caso Gürtel
Álvaro Pérez "El Bigotes"
Corrupción política

Corrupción
Eduardo Hinojosa, el propietario de Forever Young, una de las dos tiendas en las que el expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, realizaba encargos, está respondiendo a las preguntas de la fiscal. La representante del ministerio público le está reprochando la cantidad de documentación que le ha requerido el juzgado y que no han aportado. “Sería que no la encontraríamos”, alega.

Hinojosa está tratando de exculpar tanto a Camps como al exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, sobre los que no ha podido negar la existencia de encargos, aunque argumenta que no ha visto ningún tique de compra. Ha dicho, en varias ocasiones, que el hecho de que exista una hoja de encargo, aunque sea de una traje a medida, no significa que finalmente se realizara la venta. El testigo sostiene que todo consiste en una operación del sastre, José Tomás, que, tal como ha dicho, quería "perjudicar a Francisco Camps por alguna razón personal”.

Tomás e Hinojosa tiene cruzadas varias denuncias. El primero acusa al segundo de manipular información de la tienda y el segundo se hacer facturas falsas.

Sin embargo, la declaración de Hinojosa se contradice con la de un informático de Forever Young, Francisco Ferre, que esta mañana ha asegurado ante el jurado que recibió instrucciones para cambiar, en dos tiques, el nombre de Francisco Camps por el de Álvaro Pérez, El Bigotes. El testigo ha admitido que modificó la base de datos en el que atribuyó a Pérez dos encargos “que estaban a nombre de Camps” pero que no pudo cambiar el tique, que ya había sido emitido. Los documentos resultado de esa modificación son dos presentados por Forever Young en los que no aparece el nombre de ningún cliente.

El informático ha explicado que las instrucciones le llegaron a través de Raquel Vázquez, la contable de la tienda, en un correo electrónico que ella niega haber mandado. Ferre ha desvelado haberse sentido “amenazado”.


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