Jiménez Villarejo dice que "una cena en Puerto Banús fue el expediente de contratación" del presidente del Sevilla como abogado en el Ayuntamiento de Marbella
FERNANDO J. PÉREZ - Málaga
El fiscal anticorrupción Francisco Jiménez Villarejo está realizando una durísima crítica -siempre desde el punto de vista jurídico- a la labor del presidente del Sevilla, José María del Nido como asesor jurídico del Ayuntamiento de Marbella durante los años de gobierno del Grupo Independiente Liberal (GIL). En su informe final del llamado caso Minutas, que trata de la contratación supuestamente irregular de Del Nido y el pago de minutas por valor de más de seis millones de euros, Jiménez Villarejo aseguró que "una cena en Puerto Banús [con el fallecido alcalde Jesús Gil] fue el expediente administrativo de contratación" del letrado sevillano. También ha afirmado que su labor supuso una "perniciosa y promiscua confusión de lo público y lo privado". El pasado 18 de marzo, el fiscal elevó de 13 a 30 años su petición de pena para Del Nido por los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, delito societario, falsedad documental y deslealtad profesional.
Del Nido fue fichado por Gil en 1999, apenas 15 días después de que el entonces alcalde saliera de prisión preventiva, tras seis días entre rejas por el llamado caso Camisetas. Su principal cometido fue oponerse a la fiscalización del Tribunal de Cuentas a las cuentas municipales de Marbella de los años 2000 y 2001. Esta "estrategia descabellada" de oposición a la labor fiscalizadora por parte de un ayuntamiento, nunca antes conocida en España, buscaba, según el ministerio público "eludir el principio de legalidad a favor del alcalde, con recompensa en cobro de minutas infladas y que no corresponden a la realidad", ha señalado Jiménez Villarejo, que en su alegato ha citado constantemente los testimonios recabados durante el juicio oral, que se inició el 6 de abril de 2010.
Según el fiscal, Del Nido "no era un mero asesor más" de Gil, sino que "estaba incrustado en el núcleo duro de decisión del Ayuntamiento desde una sede privada", en referencia al club financiero desde el que Gil gobernaba la ciudad.
Durante el juicio oral, los 16 acusados trataron de descargar la responsabilidad de la contratación y gestión de Del Nido en el fallecido Gil. "Todos le echan la culpa al muerto, pero esa justificación no vale en el ámbito penal, ya que las personas que firmaban y daban apoyatura al sistema paralelo a la legalidad están sentados en esta sala", ha afirmado Jiménez Villarejo.
El fiscal ha destacado que el abogado sevillano fue fichado por Gil "sin ningun marco contractual". Según él, "se permitió a un letrado emitir de forma limitada y descontrolada minutas sin especificar conceptos, sin presupuesto previo y sin expediente o pliego de ningún tipo". Jiménez Villarejo ha afirmado que todas estas supuestas irregularidades "han de ser contextualizadas en el marco social en que surgieron los hechos". "El marco en que surgen es muy peculiar, el ayuntamiento de Marbella y sus sociedades municipales entre los años 1999 y siguientes. No es un ayuntamiento normal, sino el único disuelto en democracia por corrupción, y eso es un dato no solo relevante, sino definitivo.
Del Nido fue fichado por Gil en 1999, apenas 15 días después de que el entonces alcalde saliera de prisión preventiva, tras seis días entre rejas por el llamado caso Camisetas. Su principal cometido fue oponerse a la fiscalización del Tribunal de Cuentas a las cuentas municipales de Marbella de los años 2000 y 2001. Esta "estrategia descabellada" de oposición a la labor fiscalizadora por parte de un ayuntamiento, nunca antes conocida en España, buscaba, según el ministerio público "eludir el principio de legalidad a favor del alcalde, con recompensa en cobro de minutas infladas y que no corresponden a la realidad", ha señalado Jiménez Villarejo, que en su alegato ha citado constantemente los testimonios recabados durante el juicio oral, que se inició el 6 de abril de 2010.
Según el fiscal, Del Nido "no era un mero asesor más" de Gil, sino que "estaba incrustado en el núcleo duro de decisión del Ayuntamiento desde una sede privada", en referencia al club financiero desde el que Gil gobernaba la ciudad.
Durante el juicio oral, los 16 acusados trataron de descargar la responsabilidad de la contratación y gestión de Del Nido en el fallecido Gil. "Todos le echan la culpa al muerto, pero esa justificación no vale en el ámbito penal, ya que las personas que firmaban y daban apoyatura al sistema paralelo a la legalidad están sentados en esta sala", ha afirmado Jiménez Villarejo.
El fiscal ha destacado que el abogado sevillano fue fichado por Gil "sin ningun marco contractual". Según él, "se permitió a un letrado emitir de forma limitada y descontrolada minutas sin especificar conceptos, sin presupuesto previo y sin expediente o pliego de ningún tipo". Jiménez Villarejo ha afirmado que todas estas supuestas irregularidades "han de ser contextualizadas en el marco social en que surgieron los hechos". "El marco en que surgen es muy peculiar, el ayuntamiento de Marbella y sus sociedades municipales entre los años 1999 y siguientes. No es un ayuntamiento normal, sino el único disuelto en democracia por corrupción, y eso es un dato no solo relevante, sino definitivo.
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