Ballester explica que 'no había control en la contratación'
Era 'habitual facturas sin autorización de gasto'
Efe | Palma
La jefa de contabilidad del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Juana Maria Ballester, ha afirmado ante el juez que investiga una supuesta trama de corrupción en este organismo durante la pasada legislatura del PP que en los 18 años que lleva trabajando allí "nunca se ha controlado el presupuesto". Ballester ha declarado como testigo ante el juez Juan Ignacio Lope Sola junto a otros tres trabajadores de este instituto, que hace unos meses se fusionó con el Inestur y pasó a llamarse Agencia de Turismo de Baleares.
La testigo ha explicado que "el problema de Ibatur es que no había un control" en la contratación ya que era "habitual que le presentaran las facturas sin la previa autorización de gasto". "Ibatur está en quiebra absoluta", ha añadido la trabajadora, que ha indicado que al cierre de 2009 su déficit acumulado rondaba los 47 millones de euros. Según la encargada de contabilidad, en Ibatur no había ningún área que vigilara el crédito: "Debería ser así, pero nunca ha sido así", ha explicado, a lo que ha añadido que si bien "no ha habido ningún departamento en Ibatur que diga qué pueden gastar y qué no, ahora parece que lo va a haber".
También ha declarado hoy la encargada de las presentaciones de Baleares en el exterior y de la prensa nacional e internacional del organismo, quien ha asegurado que los ex gerentes del Ibatur, Raimundo Alabern y Juan Carlos Alía, y el ex asesor jurídico Miquel Ángel Bonet -imputados los tres- decidían a qué empresas contratar. "Me decían 'vas a trabajar con esa empresa', y yo lo hacía", ha indicado al juez, a lo que ha añadido que no se les solían pedir justificantes de los trabajos hechos.
Respecto al ex asesor, ha asegurado: "Con Miguel Ángel Bonet todo era posible. Bonet decía que estaba bien y que era legal y nosotras decíamos 'hecha la ley, hecha la trampa'. En ese momento no dudábamos de Bonet". En cuanto al control del presupuesto, ha afirmado que en el Ibatur "se daban las cosas y el dinero con mucha alegría" y que, cuando iban las auditorías, "no pasaba nada".
elmundo.es
La testigo ha explicado que "el problema de Ibatur es que no había un control" en la contratación ya que era "habitual que le presentaran las facturas sin la previa autorización de gasto". "Ibatur está en quiebra absoluta", ha añadido la trabajadora, que ha indicado que al cierre de 2009 su déficit acumulado rondaba los 47 millones de euros. Según la encargada de contabilidad, en Ibatur no había ningún área que vigilara el crédito: "Debería ser así, pero nunca ha sido así", ha explicado, a lo que ha añadido que si bien "no ha habido ningún departamento en Ibatur que diga qué pueden gastar y qué no, ahora parece que lo va a haber".
También ha declarado hoy la encargada de las presentaciones de Baleares en el exterior y de la prensa nacional e internacional del organismo, quien ha asegurado que los ex gerentes del Ibatur, Raimundo Alabern y Juan Carlos Alía, y el ex asesor jurídico Miquel Ángel Bonet -imputados los tres- decidían a qué empresas contratar. "Me decían 'vas a trabajar con esa empresa', y yo lo hacía", ha indicado al juez, a lo que ha añadido que no se les solían pedir justificantes de los trabajos hechos.
Respecto al ex asesor, ha asegurado: "Con Miguel Ángel Bonet todo era posible. Bonet decía que estaba bien y que era legal y nosotras decíamos 'hecha la ley, hecha la trampa'. En ese momento no dudábamos de Bonet". En cuanto al control del presupuesto, ha afirmado que en el Ibatur "se daban las cosas y el dinero con mucha alegría" y que, cuando iban las auditorías, "no pasaba nada".
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