miércoles, 21 de abril de 2010

LA RED "GÜRTEL" COMENZÓ A QUEBRARSE CUANDO CORREA ACUSÓ A UNA DE SUS TRABAJADORAS DE GASTARSE 210.000 EUROS

Reportajes

• Todos los regalos a políticos eran pocos. La ejecutiva que suplió al ‘Bigotes’ como persona de confianza de Francisco Correa gastó 211.000 euros de la ‘Gürtel’ en tiendas de lujo, viajes, vestidos y tratamientos de belleza entre 2005 y 2007.

"Te recuerdo que yo no tengo acceso a ningún dinero… y encima que intentes pensar que soy una choriza, seguro que tengo defectos, pero ese no…”. Estas palabras descansan en un correo electrónico fechado el 2 de agosto de 2006 que consta en el sumario Gürtel. Y son el punto final a una historia que acabó en desencuentro: el de Felisa Isabel Jordán y su jefe, Francisco Correa.

El principal imputado en la operación Gürtel pensaba que su empleada y mujer de confianza en Madrid le estaba robando. En concreto, Correa acusó a Jordán de gastar 211.676 euros en compras personales con la tarjeta de crédito de Special Events. Según la contabilidad obrante en el sumario del caso, Felisa Isabel Jordán gastó en algo menos de tres años, entre 2005 y septiembre de 2007, 9.117 euros en peluquería, casi 6.000 euros en zapatería, 737 euros en perfumería, 3.600 euros más en centros de belleza y 161.000 euros en comercios de lujo como Carolina Herrera, Loewe, Louis Vuitton, Yves Saint Laurent, Gucci, Burberry, Hermès, Roberto Verino, Angel Schlesser y otros. Los gastos facturados por Jordán incluyen también compras en las galerías Lafayette de París y en tiendas Prada de Italia.

En pleno conflicto por el dinero, la respuesta de Pablo Crespo, número dos de Correa, ahonda en la pelea: “Se ha cometido una falta muy grave. Dices que no tienes acceso a ningún dinero y sin embargo lo has cogido tú. Yo no he dicho ni he pensado que seas una choriza. Lo estás diciendo tú”.

Pese al desencuentro con sus jefes, Isabel Jordán se mantuvo en su puesto un año más, hasta el 10 de octubre de 2007. En aquellas fechas, y según la declaración de Correa, Isabel Jordán obligó a los trabajadores de Special Events a sacar “40 o 45 millones de pesetas” a modo de indemnización por su despido. Correa y sus hombres pusieron una denuncia. Pero el caso se resolvió con un acuerdo privado, según Correa: Jordán devolvió el dinero y ellos retiraron la denuncia.

Pieza clave en aquella negociación fue el abogado Ramón Blanco Balín, también imputado en la Gürtel y que representó los intereses de Correa. Él guardaba en su despacho la relación de gastos imputados a Isabel Jordán.

Según la documentación elaborada por Correa y sus hombres, Jordán cargaba a la empresa tratamientos de belleza en el centro Beauty Boulevard –donde acudía casi una vez al mes y pagaba facturas de hasta 325 euros por visita–, comidas en el Real Club Náutico de Palma de Mallorca, entradas de cine, visitas a parques de atracciones y objetos de la Fundación Lance Armstrong contra el cáncer.

En su declaración ante el juez, Correa afirma incluso con cierta sorna que Jordán, se debía pasar “las tardes en Gucci”, por el abultado volumen de sus compras personales. El 13 de enero de 2006, por ejemplo, la mujer pagó con la tarjeta de la empresa dos compras en Carolina Herrera por un valor de 1.520 euros. En agosto acudió otras tres veces más a esa misma tienda y gastó otros 1.600 euros más. También realizó compras en Christian Dior, Hermès, Burberry, Roberto Verino y casi todas las tiendas de la milla de oro madrileña.

En los gastos consta también una factura de 335 euros pagada a Forever Young, la empresa implicada en los regalos de trajes a Francisco Camps, presidente de la Generalitat valenciana. Jordán pudo argüir en su defensa que algunos de esos gastos fueron para los innumerables y caros regalos realizados por la trama a políticos, esposas e hijos. De hecho, según la documentación elaborada contra ella, se admite que 10.696,67 euros fueron usados en gastos “de empresa”, y se califican como “gasto mixto” otros 31.198,69 euros. Finalmente, Correa y los suyos consideran que el resto, 211.576,79 euros, fueron gastos particulares de la ejecutiva.
Isabel Jordán contó a la policía que su entrevista de trabajo para ocupar plaza en las empresas de Correa se realizó en las oficinas de la sede central del PP en la calle Génova. Fue Jesús Sepúlveda, ex alcalde de Pozuelo de Alarcón y también imputado en la causa, quien le hizo pasar un primer tamiz. Isabel Jordán iba a ocupar el puesto de Álvaro Pérez, conocido ahora como El Bigotes.

Tras despedir a Jordán, a Correa le avisaron de que le estaban investigando: “Es una gilipollez porque dicen que van a por Agag y Agag no tiene nada que ver con esta ciudad. Lo que pasa es que la gente quiere una redecilla política […] y me han metido a mí de por medio que como yo soy amigo de Alejandro, y que a lo mejor a través mío cazan a Alejandro y a Aznar… una historia que no hay quien se la crea, cuando nunca hemos tenido relación con ellos”, explica Correa en una de las grabaciones del sumario.

El 4 de febrero de 2009, Correa habla con el abogado Juan Pérez. “Ya lo tengo todo claro –le advierte el jurista–. Hay un dosier que se presentó en la Fiscalía Anticorrupción hecho por Isabelita [Jordán], aunque el que figura como denunciante es el novio de la hermana, el escolta”, en alusión a la pareja de la hermana de Jordán, un guardaespaldas del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Pérez dice que ha hablado con el juez Garzón y que nadie le va a investigar. Dos días después, detenían a Correa.

interviu.es

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