* Una secretaria transmitía las órdenes de a quién colocar y la nómina
* El objetivo era obtener fondos con los que sufragar otro tipo de gastos
Esteban Urreiztieta | Eduardo Colom | Palma
Unió Mallorquina (UM) exigió a sus grandes contratistas en el Consell de Mallorca que gobernó durante la pasada legislatura la colocación de empleados que trabajaron durante la campaña electoral de 2007 para que cobraran sin prestar servicio alguno. Esta práctica la llevó a cabo la formación política que entonces presidía Maria Antònia Munar con la intención de retribuir los servicios de estos empleados durante los comicios autonómicos y municipales.
Pero también como una fórmula para obtener fondos con los que sufragar otro tipo de gastos derivados de los comicios en los que UM obtuvo un total de 28.082 votos que le permitieron desbancar del poder al PP de Jaume Matas y aupar al PSOE de Francesc Antich.
Según apuntan a EL MUNDO fuentes próximas a esta formación política, mediante esta trama, con la que los contratistas podían justificar fácilmente salidas de dinero en concepto de gastos de personal, el partido recaudó varios millones de euros. Asimismo buena parte de estos contratistas cedieron además su infraestructura gratuitamente al partido durante los meses de la campaña electoral.
La productora audioviusal Video-U, que se encuentra en el epicentro del escándalo que desembocó el pasado viernes en la dimisión de la presidenta del Parlamento balear, recibió más de cuatro millones de euros públicos encontrándose en manos de testaferros de Munar y de su delfín en el partido Miquel Nadal. Tras recibir los fondos del Consell, Video-U colocó a 14 empleados fantasma y realizó sin coste alguno todos los vídeos electorales a los candidatos de UM.
Además
* UM celebrará en abril un Congreso para 'refundar el partido'
* Ciudadano IB: 'Flipo' con los políticos
* El chiste de Alfie: Retoque
elmundo.es
Pero también como una fórmula para obtener fondos con los que sufragar otro tipo de gastos derivados de los comicios en los que UM obtuvo un total de 28.082 votos que le permitieron desbancar del poder al PP de Jaume Matas y aupar al PSOE de Francesc Antich.
Según apuntan a EL MUNDO fuentes próximas a esta formación política, mediante esta trama, con la que los contratistas podían justificar fácilmente salidas de dinero en concepto de gastos de personal, el partido recaudó varios millones de euros. Asimismo buena parte de estos contratistas cedieron además su infraestructura gratuitamente al partido durante los meses de la campaña electoral.
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