viernes, 5 de marzo de 2010

MILLET DESVIÓ CASI DOS MILLONES QUE LA CONSTRUCTORA FERROVIAL DONÓ AL ORFEÓ

La entidad no era auditada y los ingresos no se anotaron en la contabilidad

PERE RÍOS - Barcelona

Los saqueadores confesos del Palau de la Música, Fèlix Millet y Jordi Montull, desviaron a paradero desconocido casi dos millones de euros aportados por la constructora Ferrovial en concepto de patrocinio al Orfeó Català. A diferencia de lo que ocurría con la fundación y con el Palau, en el Orfeó Català no se realizaban auditorías, por lo que no existían mecanismos de control de los ingresos y gastos de la entidad musical. Las aportaciones de Ferrovial, además, no se reflejaron en la contabilidad oficial, según se ha sabido ahora.

Llinares declara que Garicano, su antecesora, conocía el desvío y no actuó

El desvío fue revelado ayer por el director general del Palau, Joan Llinares, quien explicó que el Orfeó y la constructora firmaron varios convenios de colaboración de los que no hay rastro contable y que han descubierto las auditorías. Llinares hizo esta revelación en el juicio laboral celebrado por el despido de su predecesora, Rosa Garicano, a la que los nuevos gestores relevaron de su cargo por conocer el desvío de fondos y no actuar.

La primera aportación de Ferrovial se realizó en 2004, un por importe de 647.586 euros, según revela la cuenta de explotación de 2005. En esas anotaciones constan también 373.549 euros en concepto de subvención de diversa procedencia. En cuando al ejercicio de 2008, han aparecido cuatro facturas por convenios de patrocinio entre Ferrovial y el Orfeó. Así, el 3 de abril de 2007 se firmaron tres convenios por importe de 278.867, 244.011 y 261.521 euros. Un año después, el 1 de marzo de 2008, se firmó otro convenio por 348.587 euros. En total, 1.132.988 euros.

En la cuenta de explotación realizada el 9 de febrero de 2009, los ingresos por patrocinio de entidades privadas correspondientes al año anterior se cuantificaron en 959.948 euros, sin que tampoco constara ningún apunte relativo a Ferrovial.

Llinares se mostró muy contundente en su declaración ante el Juzgado de lo Social número 32 de Barcelona, que debe decidir sobre la procedencia o no del despido de Rosa Garicano, de la que dijo que "no quería despachar" con él y que mostraba la actitud de una persona "que ocultaba algo" cuando trascendió el saqueo de la institución.

También declaró que Garicano mantuvo una agria discusión con un auditor designado por el Palau para realizar el informe entregado al juez; al parecer, se negó a facilitar los citados contratos de Ferrovial e infló un presupuesto para Endesa referido a la iluminación externa del Palau. Garicano cobraba un sueldo anual de entre 175.000 y 330.000 euros, en función de los patrocinios de empresas que conseguía. Ayer declaró en el juicio que Millet aconsejaba a sus trabajadores que pidieran "más de lo que costaban las cosas" para poder cubrir el presupuesto final. El abogado del Palau considera que esa declaración de Garicano justifica su despido.

La causa judicial por el saqueo del Palau está prácticamente paralizada desde hace unos días, aunque siguen apareciendo más operaciones y pagos sospechosos. El último, el de las empresas que hacen envíos electorales y que cobraron de Millet dos millones de euros que nunca se justificaron. El dato consta en la auditoría que presentó el Palau, pero el juez no ha adoptado ninguna decisión sobre el tema.

Y ante esa pasividad judicial, corresponde al Palau instar la investigación sobre las facturas y quién fue el beneficiario del dinero. Si así fuera, la fiscalía tiene la intención de pedir al juez Juli Solaz que llame a declarar a los responsable de Stereo Rent, Letter Graphic y New Letter, relacionadas societariamente entre ellas y a las que CiU encargó sus campañas electorales.

Oriol Pujol, portavoz parlamentario de CiU, insistió ayer en proclamar que la coalición no tiene nada que esconder, informa Maiol Roger. "Ya nos hemos explicado. Con estas empresas tenemos alguna relación profesional, igual que otras formaciones políticas o administraciones. Si hay alguna explicación con relación a este asunto, lo deben dirimir con el Palau de la Música. Nosotros siempre hemos estado bien servidos profesionalmente; por tanto, si hay algún cambio, no será a partir del caso Millet".

elpaís.com

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