domingo, 29 de marzo de 2009

EL "CEREBRO" DE LA TRAMA DE FACTURAS FALSAS DE BAENA CUADRABA CUENTAS MUNICIPALES


El secretario del alcalde arqueaba por teléfono

Manuel María Becerro | Sevilla

Rafael Santano, el supuesto cabecilla de la presunta red de facturas falsas que servía para financiar las juergas en el club de alterne Milady Palace de Marbella de personal de confianza del alcalde y senador del PSOE Luis Moreno, cometió también abusos contables en el manejo de los fondos del área de Deportes, del que era jefe de negociado por designación directa del regidor.

Así se evidencia en una de las conversaciones telefónicas intervenidas por la Guardia Civil por orden del juez, en concreto la número 38 de las más de 60 que están incorporadas al sumario del caso en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Baena. Ésta fue interceptada el 5 de septiembre de 2007 a media mañana, y en ella se recoge el diálogo entre Santano y un trabajador sin identificar vinculado a la Delegación de Deportes.

El secretario personal de Luis Moreno se interesa sobre la disponibilidad del dinero «en caja». Cuando le confirman que hay efectivo, ordena lo siguiente: «Pues deja... ahí que haya ahora mismo 500 ó 600 euros y el resto lo ingresas». Se interesa entonces por cuánto se ha recaudado en lo que se llevaba de septiembre: «Puede haber eso que dices tú, 600-700 euros». «Entonces deja otros 300 ó 400», replica Santano.

Ahí empiezan los problemas. El trabajador desconocido se preocupa: «Pero de ésta, de ésta del final de mes no puedo tocar, ¿eh?». «Quita de ahí a lo mejor algunas inscripciones de cursillos y ya está», sugiere el cerebro de la red de facturas falsas. «Pero Rafa, como es del mes pasao no puedo tocar nada», responde, lo que provoca una pequeña discusión sobre el modo en que se llevan las cuentas.

«Antes, en un papel, me decías: ‘Hay tanto de esto, tanto de esto y tanto de esto’, a mano», le recuerda Santano. «A mano, sí; pero cuando no había tickets», replica el trabajador, que sin embargo no convence al secretario del alcalde: «Aunque haya tiques, a mí eso me da igual». «Ya, lo que pasa es que, como está ahora mismo, es mes pasao. El follón está en el...».

«Tú no haces listao, hasta que yo no te lo diga», ordena Santano tajante. «Pero, escúchame, yo te explico. Es que el listao sale automáticamente [inaudible] hacen los tiques». El cabecilla de la red no atiende a razones: «Otra vez, ¡que me da igual! ¿Me entiendes? Porque tú tienes que tener siempre dinero acumulao de antes, de antes». «Claro, para cambio y para todo», admite el trabajador.

Santano es claro: «Lo que yo quiero saber, antes de que salga el listao, me dices: ‘Ahora mismo tengo yo en caja tanto’. Ya te digo yo lo que dejas. Y luego ya veremos de dónde sacamos algo». El subordinado sólo le hace una petición final: «Que no sea muy descarao, hombre, porque si no...». El hombre de confianza del alcalde lo tranquiliza: «No, no, no. Poco, lo que hacíamos antes».

La referencia insistente a un momento anterior se debe a que Santano estuvo un tiempo fuera del área municipal de Deportes. Al volver a ejercer la jefatura de negociado, había cambiado el procedimiento de control de los ingresos, automatizado con la emisión de tiques que dificultaban cualquier manejo contable. De ahí el temor del empleado municipal y la insistencia de que todo vuelva a ser como antes, cuando los ingresos se llevaban «a mano».

También dinero B con placas solares

La presunta red de facturas falsas del Ayuntamiento de Baena también intentó sacar dinero negro con el negocio de los paneles solares. En las conversaciones telefónicas grabadas por orden del juez, el supuesto cabecilla de la red, Rafael Santano, y el otro trabajador imputado, Juan Díaz Pérez , dan detalles de la marcha de unas negociaciones para colocar placas fotovoltaicas en dependencias del Ayuntamiento.

«En edificios municipales se pueden poner placas solares y él daría 6.000 euros al año cada 100 kilowatios, y daría 3.000 euros en A y 3.000 en B», apunta Juan Díaz en una grabación realizada el 3 de octubre de 2007. A lo largo de la conversación, Santano muestra su interés en entrar en el negocio.

En concreto, cuando Díaz Pérez precisa que «se necesitan 1.500 metros cuadrados» para poder llevar a cabo la inversión, el secretario del alcalde responde: «Entonces tenemos con mi parcela, ¿no?». «Sí, ahí puedes tú poner perfectamente; eso te vale 600.000 euros», apunta Juan Díaz. «Que lo ponga él, cojones; yo no, él», replica Santano, que quiere cobrar «un alquiler en A y en B» pero se resiste a entrar en más detalles: «Yo eso por teléfono nooo... Luego me lo explicas aquí».

ELMUNDO.ES

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