viernes, 13 de marzo de 2009

ELALCALDE SIGUERO ACTUABA A LAS ÓRDENES DE TOMÁS MARTÍN MORALES, "EL ROCA DE BOADILLA"

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El actual alcalde de Boadilla del Monte, Juan Siguero, ostenta el dudoso honor de haber estampado su firma en todas las operaciones sospechosas que están bajo el foco del caso Gürtel contra la corrupción ligada al PP. Es lo que le correspondía como concejal de Economía, Hacienda y Patrimonio bajo el mando del ex alcalde imputado Arturo González Panero, alias El Albondiguilla. Pero Siguero no estaba sólo a las órdenes del señor alcalde. Sorprendentemente, el actual alcalde sometía sus más nimias decisiones al escrutinio de Tomás Martín Morales, encargado de la empresa de Suelo local, también imputado en la trama y considerado ‘el Roca de Boadilla’.

Documentos municipales a los que ha tenido acceso El Confidencial muestran cómo el actual alcalde enviaba por escrito notas “interiores” a Martín Morales en las que le pedía “instrucciones oportunas” para determinar los costes de servicios como el agua o el estacionamiento de vehículos en vías públicas. Sorprende ese sometimiento, habida cuenta de que Morales, como cargo de confianza de Panero, ni siquiera era concejal. Sin embargo, por sus manos pasaban decisiones como marcar los órdenes del día de los plenos, poner los precios de los expedientes y hasta de las grúas… En estas notas confidenciales, Martín Morales se atribuye una sospechosa “Jefatura”.

Martín Morales aparentemente ya no forma parte de la alcaldía. Sí en cambio su mujer, Rosalía Mercedes de Padura, que sin experiencia laboral alguna, aún hoy sigue siendo la concejala de Empleo, Mujer y Formación de Boadilla del Monte. Pero ¿de dónde emana tanto poder? Martín Morales forma parte del círculo de Francisco Correa, principal imputado en Gürtel. De hecho, Correa es el padrino de su segundo hijo. Correa le debió de coger gusto a eso de apadrinar vástagos populares: también fue el padrino del hijo del ex alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega.

Media docena de inmuebles, un Touareg y un A6

Tomás Martín Morales, abogado de formación, tiene en común con el principal sospechoso del caso Malaya, Juan Antonio Roca, el poder en la sombra del consistorio y el manejo del urbanismo de la localidad, a través de la vicepresidencia de la Empresa Municipal del Suelo y Vivienda de Boadilla del Monte(EMSV). Con una salvedad: Martín Morales, además, es constructor. Posee la empresa constructora Cántabra de Lomas.

Desde que aterrizara en el Ayuntamiento de Boadilla en el año 2000, su incremento patrimonial ha sido considerable. Posee al menos media docena de inmuebles. Además de un chalet de 450 metros cuadrados en una parcela de 2.600 en Las Lomas, es dueño de una oficina de 182 metros cuadrados en la madrileña calle Velázquez y de otra tienda en Claudio Coello. También es propietario de un adosado, un piso y garaje en Jávea (Alicante). Poseedor de tres teléfonos móviles, sus vehículos no le andan a la zaga. Posee un Audi A6 –por cierto, el mismo coche oficial que usaba El Albondiguilla cuando era alcalde- y un Touareg. Ambos a nombre de su empresa free consulting.

El jueves pasado, el juez Garzón imputó a Martín Morales. De aquel auto se desprende que su trabajo dentro de la trama Gürtel era la adjudicación directa de contratos a la empresa Easy Concept por parte del Ayuntamiento, como el contrato durante 14 años de la Oficina de Atención al Ciudadano de Boadilla; la adjudicación de una parcela en el municipio para un conocido de Correa; y su intermediación para conseguir a Easy Concept el proyecto de la ciudad deportiva de Boadilla.

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