lunes, 27 de febrero de 2012

CORRUPCIÓN SIN FRONTERAS

El ex director general de Cooperación con un grupo de niños saharauis. | GVA
VALENCIA | Fraude en las ayudas a ONG


La Fiscalía investiga fraude en subvenciones para proyectos de cooperación
Según las denuncias, la ayuda para Nicaragua se gastó en pisos en Valencia
La cifra malversada por la trama podría alcanzar los 9 millones de euros
Hasta ahora hay 14 imputados, entre ellos dos altos cargos de la era Camps
La oposición apunta a Blasco, ex conseller de Solidaridad y portavoz del PP

Rodrigo Terrasa | Valencia

Con el caso Gürtel como mar de fondo, Brugal en marcha en Alicante y Carlos Fabra rumbo a los tribunales en Castellón, con la presunta financiación ilegal del PP valenciano en la agenda, la polémica visita del Papa, la alargada sombra de Urdangarin, los contratos irregulares en Ferrocarrils de la Generalitat y el escándalo de la comisión de investigación del accidente de metro, con el tufo del caso Emarsa en el ambiente...

Con todo esto y algo más, estalla un nuevo escándalo de presunta corrupción en la Comunidad Valenciana. Enésimo capítulo. No es nuevo pero es especialmente sensible, tanto que Alberto Fabra se deshizo de dos altos cargos de la era Camps de manera fulminante, sólo unas horas después de arrancar una operación policial que acabó con 14 detenidos. Uno de ellos está en prisión, los otros 13 están imputados, la mayoría por los presuntos delitos de malversación de fondos públicos, fraude de subvenciones y falsedad documental.

Esta vez la trama afecta a las ayudas que la Generalitat Valenciana debía destinar a proyectos de cooperación internacional, dinero para lo más pobres que presuntamente se desvió para comprar inmuebles en Valencia o que sencillamente desapareció por el camino. Según la oposición, la cifra malversada podría ascender a los nueve millones de euros.

La investigación se remonta a octubre de 2010. Entonces la Fiscalía abría diligencias por una denuncia presentada por la diputada socialista Clara Tirado en relación a las subvenciones otorgadas dos años atrás por la Conselleria de Solidaridad, dirigida entonces por Rafael Blasco, ahora portavoz parlamentario del PP en las Cortes Valencianas. Las beneficiarias eran dos entidades: la fundación CYES (Fundación Cultural y de Estudios Sociales) y la fundación Hemisferio (antes conocida como Solidaria Entre Pueblos).

El PSPV mantenía que la ayuda de cerca de dos millones de euros concedida por el Gobierno valenciano para abastecer y tratar agua para consumo humano y producir alimentos en Nicaragua acabó destinándose a la compra de bienes inmuebles en la ciudad de Valencia: dos pisos de casi 300 metros cuadrados en el centro de Valencia, un garaje e incluso un velero.

Paralelamente se abría otra causa tras la documentación aportada por la diputada de Compromís Mireia Mollà. Denunciaba que la conselleria de Blasco también había favorecido a la Fundación Entre Pueblos -ahora Hemisferio-. El dinero que recibió esta entidad se desvió, según la denuncia, a empresas que creó la propia fundación.

Entre los proyectos de Solidaridad estaba la construcción de un hospital en Haití, desolado tras el terremto de 2010. El Consell debía aportar 4 millones de euros y ajudicó a Hemisferio por su asesoramiento 177.000 euros que salían de las aportaciones solidarias de los valencianos. El hospital nunca se construyó.

El escándalo ha salpicado hasta ahora a 14 personas. En la cúspide Josep María Felip, director general de Cooperación, y Alexandre Catalá, subsecretario de Sanidad y subsecretario antes tanto en la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía como en la de Solidaridad. Los dos eran hombres de confianza de Blasco, los dos fueron destituidos por Fabra el pasado viernes. Los otros 12 detenidos son empresarios y responsables de las diferentes fundaciones y ONG implicadas. La red de asociaciones bajo sospecha recibió más de un millón de euros en subvenciones de la Conselleria el año pasado. Fabra las apartó a todas en los presupuestos de 2012.

Por encima de todos los acusados, los focos apuntan a Rafael Blasco, a quien señala la oposición. El eterno conseller. Blasco ha sido conseller con el socialista Joan Lerma, con el PP de Eduardo Zaplana, con José Luis Olivas y con Francisco Camps. De 1983 a 2011, conseller de Presidencia, de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, conseller de Empleo, de Bienestar Social, conseller de Territorio y Vivienda y de Sanidad, conseller de Inmigración. Lo último, conseller de Solidaridad y Ciudadanía.

En junio pasado Camps lo sacó del Gobierno y lo mandó a las Cortes como portavoz parlamentario del PP. Toda la oposición reclama su destitución inmediata. Alberto Fabra espera acontecimientos tras prometer que será implacable con los implicados. "No tenemos por qué dudar de su honorabilidad", dice el vicepresidente Ciscar. "Las ayudas a la cooperación están perfectas", dice Blasco.

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