Dos empresarios declararon que contrataron a Maite Areal por amistad con el expresidente balear
A. M. - Palma de Mallorca
La esposa de Jaume Matas, Maite Areal, fue contratada durante dos años, mientras su marido era presidente de Baleares (2003-2007), por dos empresas de Mallorca, Martorell Asesores y Hotel Valparaíso, de las que percibió unos 100.000 euros. Según los dueños de las dos empresas, la emplearon por amistad con el político.
El juez José Castro del caso Palma Arena y la Fiscalía Anticorrupción consideran que existen indicios de que es un caso de supuesto cohecho porque los contratos de trabajo eran ficticios sin "contraprestación de servicio alguno". El juez cerró la instrucción y abrió el procedimiento para que Matas y los empresarios sean juzgados por un tribunal de jurado popular por supuesta corrupción.
Esta es una de las más de 20 piezas del caso Palma Arena sobre el supuesto enriquecimiento ilícito y gestión corrupta de Jaume Matas desde la presidencia de Baleares. Areal aparentó ejercer de relaciones públicas para captar clientes para el hotel y la asesoría. Apenas acudió a trabajar y su contrato fue verbal. Los empresarios Miguel Ramis de Grupotel y los de la asesoría, Miguel Amengual y Miguel Martorell, indicaron que hicieron un favor personal a Matas sin recibir contraprestación alguna.
Cuando Matas era ministro de Medio Ambiente (2000-2003), Maite Areal entró de asesora de la consejería de Educación de la Comunidad Madrid desde 2002 hasta 2005. Está imputada en la causa global pero se negó a declarar ante el juez Castro. Su vida laboral transcurrió en los comercios familiares de electrodomésticos Matas y publicidad Matas y fue vendedora de oficinas. Después ejerció de maestra infantil en las escuelas agustinas de Palma.
Matas -sin abogado tras la renuncia de sus dos defensores- envió anoche una declaración a Efe para defender la legalidad de los contratos de su mujer. Cree que la "relación laboral fue ratificada" ante el juez por los empleadores "en las condiciones por ellos establecidas de acuerdo con su propio criterio e interés empresarial".
El juez José Castro del caso Palma Arena y la Fiscalía Anticorrupción consideran que existen indicios de que es un caso de supuesto cohecho porque los contratos de trabajo eran ficticios sin "contraprestación de servicio alguno". El juez cerró la instrucción y abrió el procedimiento para que Matas y los empresarios sean juzgados por un tribunal de jurado popular por supuesta corrupción.
Esta es una de las más de 20 piezas del caso Palma Arena sobre el supuesto enriquecimiento ilícito y gestión corrupta de Jaume Matas desde la presidencia de Baleares. Areal aparentó ejercer de relaciones públicas para captar clientes para el hotel y la asesoría. Apenas acudió a trabajar y su contrato fue verbal. Los empresarios Miguel Ramis de Grupotel y los de la asesoría, Miguel Amengual y Miguel Martorell, indicaron que hicieron un favor personal a Matas sin recibir contraprestación alguna.
Cuando Matas era ministro de Medio Ambiente (2000-2003), Maite Areal entró de asesora de la consejería de Educación de la Comunidad Madrid desde 2002 hasta 2005. Está imputada en la causa global pero se negó a declarar ante el juez Castro. Su vida laboral transcurrió en los comercios familiares de electrodomésticos Matas y publicidad Matas y fue vendedora de oficinas. Después ejerció de maestra infantil en las escuelas agustinas de Palma.
Matas -sin abogado tras la renuncia de sus dos defensores- envió anoche una declaración a Efe para defender la legalidad de los contratos de su mujer. Cree que la "relación laboral fue ratificada" ante el juez por los empleadores "en las condiciones por ellos establecidas de acuerdo con su propio criterio e interés empresarial".
elpaís.com
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