Germán González | Barcelona
El saqueo del Palau de la Música empieza a afectar a grandes multinacionales. Los actuales responsables de la entidad cultural acusaron a Fèlix Millet, Jordi Montull y a la hija de éste, Gemma Montull, de desviar unos dos millones de euros que aportó la empresa Ferrovial en siete convenios de patrocinio con el Orfeó Català. En este sentido, el Palau de la Música destaca que las cuentas del Orfeó eran las únicas que no se auditaban y por eso muchas de las cantidades que fueron desviadas por los imputados procedían de esta entidad.
"Los convenios de patrocinio entre el Orfeó y Ferrovial eran una manera de desviar fondos porque éstos no aparecían nunca en la contabilidad de la institución. Eran unas cantidades que no se presentaban en las cuentas anuales", explicó el actual director general del Palau, Joan Llinares durante su declaración en el juicio celebrado por el despido de la anterior directora general, Rosa Garicano. Los gestores actuales del Palau consideran que Garicano conocía que se habían acordado estos patrocinios entre el Orfeó y Ferrovial, y que el dinero nunca apareció en las cuentas de la institución.
Además, la acusan de estar de acuerdo en inflar un presupuesto de 90.000 a 150.000 euros para Endesa por iluminar la plaza donde se ubica el Palau, y de estampar su firma en dos facturas de unos 450 euros por varios servicios en la boda de Clara Millet, que acabó pagando la institución. Tanto Llinares como la actual presidente del Palau, Mariona Carulla, afirmaron que Rosa Garicano no calaboró con los nuevos gestores cuando entraron a mandar en la institución. "En esos momentos necesitábamos mucha ayuda y pronto vimos que personas colaborbana y cuales se escondían", aseguró carulla, que añadió que Garicano "mandaba mucho" y contaba con la confianza de Millet.
Rosa Garicano pide entre 700.000 y 800.000 euros de indemnización por un despido que se considera improcedente, teniendo en cuenta su salario fijo más los complementos que recibía por los patricionios que conseguía para el Palau.
Además
* El Palau recurre la readmisión de Clara Millet
elmundo.es
"Los convenios de patrocinio entre el Orfeó y Ferrovial eran una manera de desviar fondos porque éstos no aparecían nunca en la contabilidad de la institución. Eran unas cantidades que no se presentaban en las cuentas anuales", explicó el actual director general del Palau, Joan Llinares durante su declaración en el juicio celebrado por el despido de la anterior directora general, Rosa Garicano. Los gestores actuales del Palau consideran que Garicano conocía que se habían acordado estos patrocinios entre el Orfeó y Ferrovial, y que el dinero nunca apareció en las cuentas de la institución.
Además, la acusan de estar de acuerdo en inflar un presupuesto de 90.000 a 150.000 euros para Endesa por iluminar la plaza donde se ubica el Palau, y de estampar su firma en dos facturas de unos 450 euros por varios servicios en la boda de Clara Millet, que acabó pagando la institución. Tanto Llinares como la actual presidente del Palau, Mariona Carulla, afirmaron que Rosa Garicano no calaboró con los nuevos gestores cuando entraron a mandar en la institución. "En esos momentos necesitábamos mucha ayuda y pronto vimos que personas colaborbana y cuales se escondían", aseguró carulla, que añadió que Garicano "mandaba mucho" y contaba con la confianza de Millet.
Rosa Garicano pide entre 700.000 y 800.000 euros de indemnización por un despido que se considera improcedente, teniendo en cuenta su salario fijo más los complementos que recibía por los patricionios que conseguía para el Palau.
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