El Gobierno adjudicó el pasado mes de marzo a Teconsa, propiedad del empresario leonés José Luis Martínez Parra, un contrato millonario para construir una planta experimental de captura de dióxido de carbono en la Ciudad de la Energía de Cubillos del Sil, en El Bierzo. El proyecto de Teconsa, una de las empresas investigadas en el caso Gürtel por el presunto pago de comisiones, resultó ganador pese a que era el más caro entre las más de 20 ofertas presentadas. Tres meses antes, Martínez Parra había acudido en secreto a La Moncloa para pedir ayuda ante las dificultades económicas que atravesaba su compañía.
A finales de 2008, en efecto, el constructor se entrevistó en La Moncloa con su amiga y paisana Angélica Rubio, consejera personal de José Luis Rodríguez Zapatero -leonés como ellos- y una de las asesoras más influyentes y cercanas al presidente del Gobierno. "Fui a contarle mis penas y me dijo que me iba a echar una mano", le contó Martínez Parra a Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama corrupta, en una conversación telefónica intervenida pocos días después por la policía.
Esa sorprendente revelación está incluida en la parte del sumario del caso Gürtel sobre la que se acaba de levantar el secreto, y corresponde a la transcripción de un diálogo que Correa y Martínez Parra mantuvieron el día de Navidad de 2008.
La conversación 'pinchada'
Martínez Parra.- Estuve el otro día en Moncloa y creo que me van a echar una mano importante.
Correa.- Ojalá. Este tipo de gente te ayuda más que los de la derecha.
Martínez Parra.- Sí, yo tengo una amiga allí que está con el presidente, Angélica [Rubio], que es mi amiga desde hace muchos años, y al final fui a contarle mis penas y me dijo que me iba a echar una mano.
Correa.- Si el tipo quiere [Zapatero] y hace un par de llamadas, te lo arregla.
Martínez Parra.- Sí, aunque por otro lado creo que lo tengo arreglado ya. Espero que me adjudiquen de Adif [un organismo dependiente del Ministerio de Fomento que administra las infraestructuras ferroviarias] el 15 de enero las cocheras de Valladolid.
Correa.- Claro, es la obra que tenías que haber ido a pedir a Moncloa.
Martínez Parra.- Claro, el otro día cuando fui también hablamos de eso.
Correa.- Tu amiga Angélica levanta el teléfono y se cuadran. Una empresa emblemática como la tuya, y que éste [Zapatero] es de ahí [de León], seguro que te lo arreglan.
Martínez Parra.- Espero que sí, aunque ya lo tengo arreglado.
Pero no fueron las cocheras del AVE en Valladolid las que finalmente se adjudicó Teconsa. La "mano importante" que, según confesó Martínez Parra a Correa, prometieron echarle en La Moncloa se tradujo, el 17 de marzo de este año, en la firma de un contrato de cuatro millones de euros para levantar una planta experimental de captura de dióxido de carbono en la Ciudad de la Energía de El Bierzo (León), una fundación pública impulsada por el propio Zapatero.
El patronato de la fundación está presidido por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y sus dos vicepresidentas son la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y la titular de Medio Ambiente, Elena Espinosa. La Ciudad de la Energía -que en 2010 doblará con creces su presupuesto, pese a las restricciones impuestas por la crisis- fue un empeño personal de Zapatero para "acabar con el olvido de El Bierzo", una de las comarcas más deprimidas de su tierra.
La oferta más cara
Más de 20 empresas se presentaron al concurso público para construir la planta experimental de oxicombustión de Cubillos del Sil, entre ellas Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Sacyr Vallehermoso, Dragados (Grupo ACS), Ferrovial Agromán y Vías y Construcciones. Estas cinco compañías, junto con Teconsa, quedaron finalistas en el proceso de selección. Y contra todo pronóstico, ya que su oferta económica era la más alta de las seis, la constructora de Martínez Parra acabó llevándose el contrato.
Teconsa aparece en el sumario del caso Gürtel por la presunta adjudicación amañada de otro concurso en Castilla y León para la construcción de un tramo de la variante de Olleros de Alba por 2.847.959 euros. Martínez Parra pagó, supuestamente, una comisión de 73.655 euros a Correa por su mediación ante el entonces consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, actual presidente del Parlamento autonómico. El cabecilla de la trama corrupta, a su vez, repartió una parte de ese dinero entre dirigentes del PP.
La supuesta intervención de Rubio para socorrer a Martínez Parra no era la primera en favor de un constructor leonés con problemas judiciales. Tres años antes, en 2006, la asesora personal de Zapatero, siguiendo instrucciones de éste, dio órdenes a varios ministerios para que adjudicasen contratos a José Luis Ulibarri, entonces amigo del presidente del Gobierno, imputado en el caso Gürtel y propietario de la empresa Begar Construcciones y Contratas, tal y como reveló El Confidencial.
El PP ya ha anunciado que pedirá explicaciones al Gobierno en el Congreso por el supuesto trato de favor a Ulibarri y Martínez Parra. Los populares, además, quieren que Zapatero aclare en la Cámara Baja cuál es el verdadero papel que ejerce Rubio en La Moncloa -es directora general de Coordinación Informativa- y si "tiene como misión resolver los problemas de los amigos de Zapatero", como afirmó la semana pasada el secretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons.
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