Francisco Camps, Ricardo Costa, PPCV@Federico Quevedo.-
Francisco Camps, Vicente Rambla (i) y Ricardo Costa (c)
Ricardo Costa ha sido destituido por el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, después de que el secretario general del PPCV, se negara a dimitir. Camps ya había tomado la decisión de apartarle de sus actuales cargos al frente del partido y del Grupo Parlamentario del que es portavoz. La decisión ya era conocida por el entorno más próximo al presidente valenciano, según ha sabido este diario en fuentes del mismo.
La iniciativa de Camps era también conocida por el propio Ricardo Costa que, sin embargo, hasta ahora se resistía a dejar su cargo. No solo eso: había trasladado a Camps su intención de no dimitir y de mantenerse al frente tanto de la Secretaría General como de la portavocía del Grupo en las Cortes Valencianas. De acuerdo con las fuentes, Costa se habría dejado convencer tanto por su hermano Juan como por dirigentes del PP desafectos a Camps, quienes le habrían animado a mantenerse firme y amenazarle con “hablar” si le aparta de sus responsabilidades.
No es casualidad que uno de los dirigentes más alejados del actual President valenciano, José Joaquín Ripoll, esté pidiendo públicamente el cese de Vicente Rambla, vicepresidente del Consell, y no el de Costa. La petición de Ripoll esconde una trampa, ya que el cese de Rambla dejaría al propio Camps al descubierto al tratarse de su número dos en el Consell.
Camps ha pedido a Costa una reflexión en el sentido de que es mejor abandonar ahora para evitar que la filtración de conversaciones y presuntos regalos siga haciendo daño tanto al PP valenciano como al nacional. Con todo, Camps le ha manifestado su confianza en que la justicia llegue un día a demostrar que todas las acusaciones son falsas.
Cesarlo si no dimite
Las amenazas de Costa no parecen haber hecho mella en el líder del PP valenciano. Es más, en caso de que Costa no aceptese la “invitación” para dimitir que le había sido formulada, Camps tenía tomada la decisión de provocar su cese, como finalmente ha ocurrido.
La medida es compartida con el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, que no quiere que pase más tiempo sin que haya una reacción al caso Gürtel. Lo cierto es que en el PP valenciano ya nadie apostaba por la continuidad de Costa y son muchos los dirigentes populares que le están invitando a irse tanto en público como en privado.
Rambla también pende de un hilo
Costa, sin embargo, no es la única factura que tiene previsto pagar Camps por el caso Gürtel. En efecto, la decisión del presidente valenciano, pactada con Rajoy, alcanza también a su vicepresidente Vicente Rambla, pero sólo en el caso de que nuevas revelaciones del sumario pusieran en cuestión su gestión en relación con los contratos de la Generalitat con la empresa Orange Market. Es decir, que de producirse, la dimisión o cese de Rambla tardará todavía algún tiempo.
Además, Camps necesita tomar las decisiones de manera escalonada, para evitar quedar demasiado al descubierto ante una operación que todo el mundo en el PP parece tener clara: minar la credibilidad del propio Camps para permitir al PSOE ganar las elecciones en la Comunidad Valenciana. “Paco tiene que actuar con la cabeza fría, porque nos estamos jugando mucho, tiene que reaccionar, pero sin precipitarse”, señalaba a este diario un miembro del Consell valenciano.
De hecho, y según las fuentes, el propio Rambla participa de esa estrategia hasta el punto de intentar, como ha hecho recientemente, que el anterior vicepresidente del Consell y ahora fuera de la política, Víctor Campos –a quien se ha visto departiendo en una terraza con El Bigotes hace unos días-, asumiera toda la responsabilidad de los hechos para evitar así las dimisiones de Costa y Rambla. Campos, por supuesto, se negó.
elconfidencia.com
La iniciativa de Camps era también conocida por el propio Ricardo Costa que, sin embargo, hasta ahora se resistía a dejar su cargo. No solo eso: había trasladado a Camps su intención de no dimitir y de mantenerse al frente tanto de la Secretaría General como de la portavocía del Grupo en las Cortes Valencianas. De acuerdo con las fuentes, Costa se habría dejado convencer tanto por su hermano Juan como por dirigentes del PP desafectos a Camps, quienes le habrían animado a mantenerse firme y amenazarle con “hablar” si le aparta de sus responsabilidades.
No es casualidad que uno de los dirigentes más alejados del actual President valenciano, José Joaquín Ripoll, esté pidiendo públicamente el cese de Vicente Rambla, vicepresidente del Consell, y no el de Costa. La petición de Ripoll esconde una trampa, ya que el cese de Rambla dejaría al propio Camps al descubierto al tratarse de su número dos en el Consell.
Camps ha pedido a Costa una reflexión en el sentido de que es mejor abandonar ahora para evitar que la filtración de conversaciones y presuntos regalos siga haciendo daño tanto al PP valenciano como al nacional. Con todo, Camps le ha manifestado su confianza en que la justicia llegue un día a demostrar que todas las acusaciones son falsas.
Cesarlo si no dimite
Las amenazas de Costa no parecen haber hecho mella en el líder del PP valenciano. Es más, en caso de que Costa no aceptese la “invitación” para dimitir que le había sido formulada, Camps tenía tomada la decisión de provocar su cese, como finalmente ha ocurrido.
La medida es compartida con el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, que no quiere que pase más tiempo sin que haya una reacción al caso Gürtel. Lo cierto es que en el PP valenciano ya nadie apostaba por la continuidad de Costa y son muchos los dirigentes populares que le están invitando a irse tanto en público como en privado.
Rambla también pende de un hilo
Costa, sin embargo, no es la única factura que tiene previsto pagar Camps por el caso Gürtel. En efecto, la decisión del presidente valenciano, pactada con Rajoy, alcanza también a su vicepresidente Vicente Rambla, pero sólo en el caso de que nuevas revelaciones del sumario pusieran en cuestión su gestión en relación con los contratos de la Generalitat con la empresa Orange Market. Es decir, que de producirse, la dimisión o cese de Rambla tardará todavía algún tiempo.
Además, Camps necesita tomar las decisiones de manera escalonada, para evitar quedar demasiado al descubierto ante una operación que todo el mundo en el PP parece tener clara: minar la credibilidad del propio Camps para permitir al PSOE ganar las elecciones en la Comunidad Valenciana. “Paco tiene que actuar con la cabeza fría, porque nos estamos jugando mucho, tiene que reaccionar, pero sin precipitarse”, señalaba a este diario un miembro del Consell valenciano.
De hecho, y según las fuentes, el propio Rambla participa de esa estrategia hasta el punto de intentar, como ha hecho recientemente, que el anterior vicepresidente del Consell y ahora fuera de la política, Víctor Campos –a quien se ha visto departiendo en una terraza con El Bigotes hace unos días-, asumiera toda la responsabilidad de los hechos para evitar así las dimisiones de Costa y Rambla. Campos, por supuesto, se negó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario