lunes, 22 de junio de 2009

LAS VENTAS SOSPECHOSAS DEL EX ALCALDE DE PINTO


TRIBUNALES | Acusado de fraude en la cooperación internacional

Pedro Blasco | Madrid

De alcalde a acusado. De hombre todopoderoso del PSOE en la Comunidad a estar próximo a la expulsión. De controlar la organización local de Pinto, a tener dificultades con los dirigentes de la localidad. Antonio Fernández, ex alcalde de Pinto es también conocido como Willy Fog por las vacaciones que tomaba mientras estuvo de alcalde, para mantener contactos con los pueblos con los que había hermanado a la localidad de Pinto.

Ahora, Antonio Fernández tiene problemas con la Justicia. Se enfrenta a una denuncia en Madrid y a otra en Pinto (Argentina).

Un abogado madrileño ha presentado una demanda penal en la que le acusa de fraude en la cooperación internacional cuando era alcalde. Para cometer estos actos, que considera delictivos, utilizó la Fundación Pinares.

Cuando era el primer edil del municipio madrileño suscribió un convenio de hermanamiento con el Ayuntamiento de Pinto (Argentina), representado en ese momento por Emilio A. Rached, hoy senador de la República Argentina, con el que Antonio entabló una fluida relación tras los viajes a aquella localidad.

El Ayuntamiento destinó a ese convenio 498.759,43 euros para la construcción de 18 viviendas para personas necesitadas. También se acordó que se destinarían otros 149.478,54 euros para la urbanización de la zona donde se iban a construir las viviendas para estas personas.

Pero Antonio Fernández tuvo que dejar la Alcaldía de Pinto a finales de Junio del 2005, tras conocerse los viajes que hicieron que se le llegara a llamar Willy Fog.

Antes de irse constituyó, ante un notario, la Fundación Pinares para dedicarse a la cooperación internacional con poblaciones de Hispanoamérica. En mayo de 2006 su fundación suscribió un convenio con el Ayuntamiento de Pinto (Argentina) para que fuera esta fundación la que eligiera a los adjudicatarios de las casas para «los más necesitados», según se puede leer en el convenio.

¿Y quienes fueron los elegidos? La Fundación, según esta denuncia, eligió, entre otros, a un productor de soja, Lucas Fiori; un abogado, Juan Manuel Sguario, el apoderado de una de las sociedades de Antonio Fernández, Optima Global Business y la propia hija del anterior intendente y hoy senador de la República Argentina, Laura Rached.

Pero no fue una adjudicación gratuita. Se vendieron en un precio de 50.000 pesos argentinos (equivalentes en aquella época a unos 12.500 ó 12.000 euros).

El 3 de mayo de 2006 la Fundación Pinares, que preside Antonio Fernández, suscribió otro convenio con Pinto (Argentina) para que fuera la fundación la que cobrara el importe de las casas. El dinero que se ingresara debería ser destinado al equipamiento y mantenimiento de la sede en Argentina de la Fundación, que es un chalé que utiliza Fernández cada vez acude a la localidad y que recibe el nombre de Casa España. Ese dinero también debería ser utilizado en otras acciones filantrópicas en la provincia.

Pero en Pinto (Argentina) ya están hartos. Un ciudadano ha interpuesto una demanda Contra Antonio Fernández para que justifique el importe de la venta y para que no pueda vender Casa España, uno de sus actuales objetivos.

La denuncia que ha sido interpuesta en Argentina señala que la Fundación es «una institución manejada pura y exclusivamente al arbitrio de su presidente (Antonio Fernández» y añade que la casa, que en realidad es un chalé, es utilizada sólo por su presidente y no se permite la entrada de nadie.

ELMUNDO.ES

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