CÓRDOBA | Investigación
Manuel María Becerro | Sevilla
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Baena ha reclamado al Ayuntamiento de dicha localidad cordobesa la cuenta justificativa de protocolo y presidencia del ejercicio 2007, la misma cuenta que –según las conversaciones telefónicas intervenidas por orden judicial– el alcalde y senador del PSOE, Luis Moreno, le recrimibaba a su secretario personal, Rafael Santano (imputado por presunta malversación de fondos con los que supuestamente financiaba juergas en el club de alterne Milady Palace de Marbella), porque «pueden dar un mal rato en cualquier momento».
En una providencia del pasado jueves, el titular del juzgado ordena –a solicitud del abogado de la acusación popular– que se libre oficio al Ayuntamiento baenense para que le remita la cuenta con los gastos de protocolo del equipo de gobierno socialista.
Conviene recordar que, según la versión de los hechos del alcalde, a este capítulo es al que se referiría Santano –en otra conversación pinchada por la Policía Judicial– cuando afirmaba que le iba a dar su «sueldo» a Luis Moreno, «que son mil y pico, y ya estoy menos vendío».
La cuenta de protocolo sale referenciada en varias ocasiones en las escuchas telefónicas realizadas por la Guardia Civil. En una fechada el 3 de septiembre de 2007, el regidor del PSOE reprendía directamente a su hombre de confianza por su trabajo: «Las cuentas llévalas mejor, ¿eh? Las cuentas de la otra vez son infumables». Santano defendía su labor, pero el senador socialista no se atuvo a razones: «Vamos a ver, esas cuentas pueden dar un mal rato en cualquier momento, así que nunca mais».
Luis Moreno estaba preocupado porque «esta gente está buscando toas esas mierdas», a lo que le respondía Santano: «Pero que no, no voy a hacer yo algo que nos pillen por un viaje», y agregaba: «¡Habremos hecho cosas peores que ésa!». «No, no, peores no», le replicó el alcalde. «Si tenemos ahí expedientes que hemos...», intentaba argumentar su secretario.
«Vamos a ver», le corta Moreno, según la transcripción de la Guardia Civil: «Esos expedientes son de gastos de otros; éstos son nuestros». Su secretario insistía: «No, pero tienen firma tuya y mía, algunas facturas tienen... hasta incluso...facturas del visto bueno mío». El alcalde de Baena volvió a reconvenirle: «Que no es lo mismo, que eso son gastos de protocolo y lo otro son gastos de otras personas».
Santano esgrimía que «eso es lo que te quiero decir, que nosotros gastemos al año 6.000 o 9.000 euros de protocolo, que es lo que gastamos...». Pero volvió a interrumpirlo el senador: «Que hay que hacer las cosas bien».
El secretario se excusó diciendo que estaba «intentándolo» y recordándole al alcalde que «es la única vez que no te las he enseñao antes, o sea que...». Además, le emplazó a quitárselas. «Ya se hablará», respondía Luis Moreno, que cuando empezó a oír un nuevo alegato de Santano fue muy claro: «Que no hables más por teléfono».
Días antes, en concreto el l 2 de agosto de 2007, se produjo un diálogo entre el presunto cabecilla de la trama, Rafael Santano, y el otro trabajador imputado, Juan Díaz –otro de los que iban al Milady Palace–, en el que aquél afirmaba: «No puedo sacar el cuadro ése que saco yo to las cuentas y si la hubiera hecho ya esta semana, que no la he podío hacer, pues tendría a lo mejor 3.000 euros. Que eso es... Porque los 3.000 a lo mejor le doy su sueldo al alcalde, que son mil y pico, y ya estoy menos vendío».
En otro momento de la misma conversación, Santano aseguraba: «Es que tú, mis chanchullos, tú no los sabes, pero yo con el alcalde tengo mis chanchullos». También en la cuenta de protocolo de 2007 debe figurar la famosa comida cuya factura ordenó maquillar Luis Moreno a su secretario personal para que no hubiera prueba de que, entre otras cosas, se había bebido ocho botellas de rioja con sus concejales. «No pongas de qué es», le indicó.
ELMUNDO.ES
En una providencia del pasado jueves, el titular del juzgado ordena –a solicitud del abogado de la acusación popular– que se libre oficio al Ayuntamiento baenense para que le remita la cuenta con los gastos de protocolo del equipo de gobierno socialista.
Conviene recordar que, según la versión de los hechos del alcalde, a este capítulo es al que se referiría Santano –en otra conversación pinchada por la Policía Judicial– cuando afirmaba que le iba a dar su «sueldo» a Luis Moreno, «que son mil y pico, y ya estoy menos vendío».
La cuenta de protocolo sale referenciada en varias ocasiones en las escuchas telefónicas realizadas por la Guardia Civil. En una fechada el 3 de septiembre de 2007, el regidor del PSOE reprendía directamente a su hombre de confianza por su trabajo: «Las cuentas llévalas mejor, ¿eh? Las cuentas de la otra vez son infumables». Santano defendía su labor, pero el senador socialista no se atuvo a razones: «Vamos a ver, esas cuentas pueden dar un mal rato en cualquier momento, así que nunca mais».
Luis Moreno estaba preocupado porque «esta gente está buscando toas esas mierdas», a lo que le respondía Santano: «Pero que no, no voy a hacer yo algo que nos pillen por un viaje», y agregaba: «¡Habremos hecho cosas peores que ésa!». «No, no, peores no», le replicó el alcalde. «Si tenemos ahí expedientes que hemos...», intentaba argumentar su secretario.
«Vamos a ver», le corta Moreno, según la transcripción de la Guardia Civil: «Esos expedientes son de gastos de otros; éstos son nuestros». Su secretario insistía: «No, pero tienen firma tuya y mía, algunas facturas tienen... hasta incluso...facturas del visto bueno mío». El alcalde de Baena volvió a reconvenirle: «Que no es lo mismo, que eso son gastos de protocolo y lo otro son gastos de otras personas».
Santano esgrimía que «eso es lo que te quiero decir, que nosotros gastemos al año 6.000 o 9.000 euros de protocolo, que es lo que gastamos...». Pero volvió a interrumpirlo el senador: «Que hay que hacer las cosas bien».
El secretario se excusó diciendo que estaba «intentándolo» y recordándole al alcalde que «es la única vez que no te las he enseñao antes, o sea que...». Además, le emplazó a quitárselas. «Ya se hablará», respondía Luis Moreno, que cuando empezó a oír un nuevo alegato de Santano fue muy claro: «Que no hables más por teléfono».
Días antes, en concreto el l 2 de agosto de 2007, se produjo un diálogo entre el presunto cabecilla de la trama, Rafael Santano, y el otro trabajador imputado, Juan Díaz –otro de los que iban al Milady Palace–, en el que aquél afirmaba: «No puedo sacar el cuadro ése que saco yo to las cuentas y si la hubiera hecho ya esta semana, que no la he podío hacer, pues tendría a lo mejor 3.000 euros. Que eso es... Porque los 3.000 a lo mejor le doy su sueldo al alcalde, que son mil y pico, y ya estoy menos vendío».
En otro momento de la misma conversación, Santano aseguraba: «Es que tú, mis chanchullos, tú no los sabes, pero yo con el alcalde tengo mis chanchullos». También en la cuenta de protocolo de 2007 debe figurar la famosa comida cuya factura ordenó maquillar Luis Moreno a su secretario personal para que no hubiera prueba de que, entre otras cosas, se había bebido ocho botellas de rioja con sus concejales. «No pongas de qué es», le indicó.
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