EL MUNDO
El alcalde de Elche, el socialista Alejandro Soler, adquirió junto con su esposa, en régimen de bienes gananciales, una vivienda de 170 metros cuadrados en una céntrica calle ilicitana el 18 de noviembre de 2004, siendo entonces concejal de Hacienda de dicho Consistorio. Según consta en el Registro de la Propiedad, pagó por ella un total de 181.304 euros. Hasta ahí, todo correcto.
No obstante, en el mismo apunte del registro consta que la Caixa de Estalvis de Catalunya (Caja de Cataluña) le proporcionó un crédito por un total de 290.000 euros con vencimiento a 32 años (30 de noviembre de 2036). Se trata de un 59,9% más del valor declarado de la vivienda, cuando habitualmente los bancos tan sólo concedían créditos en esa época por el 80% del valor tasado de los pisos.
Así las cosas, si pagó 181.304 euros por una casa por la que le concedieron 290.000 euros, ¿qué pasó con los 109.000 euros de diferencia? El alcalde asegura que puede justificar todos los gastos relativos a la diferencia entre lo pagado al vendedor de la casa y lo recibido por la caja para afrontar el pago.
A la vista de los datos, las dos partes inmersas en la compraventa se ahorraron cerca de 7.600 euros en el pago del impuesto de transmisión de bienes patrimoniales, valorado en el 7% en el ámbito de la Comunidad Valenciana.
Las características de la operación son relevantes por varios motivos. El lugar en el que está situada la vivienda era y es actualmente una de las zonas más caras de Elche. Fuentes inmobiliarias afirman que, en 2004, 170 metros cuadrados en la zona difícilmente se podían conseguir por menos de una horquilla de precios de entre 360.000 y 480.000 euros.
Sospechas en el partido
Lo curioso del caso es que, si se toman por buenos diferentes asientos del registro entre 2001 y 2004, las sucesivas compraventas de la casa tan sólo incrementaron el precio en 1.001 euros, desde los 180.303 euros del primer comprador a los 181.304 euros que pagó Soler. Un 0,5%, pese a que los datos oficiales del Ayuntamiento cifran en el 40% el aumento de los precios por la vivienda de segunda mano en ese mismo periodo.
En un municipio de raigambre socialista como Elche, donde llevan gobernando más de 20 años, la noticia de la adquisición de la vivienda trascendió en el partido. Fuentes socialistas señalan que el propio alcalde en aquel momento, Diego Macià, que tenía en Soler a su mano derecha, comentó en público en una reunión de la Junta de Gobierno que algún día tendría que explicar la compra.
El alcalde de Elche, el socialista Alejandro Soler, adquirió junto con su esposa, en régimen de bienes gananciales, una vivienda de 170 metros cuadrados en una céntrica calle ilicitana el 18 de noviembre de 2004, siendo entonces concejal de Hacienda de dicho Consistorio. Según consta en el Registro de la Propiedad, pagó por ella un total de 181.304 euros. Hasta ahí, todo correcto.
No obstante, en el mismo apunte del registro consta que la Caixa de Estalvis de Catalunya (Caja de Cataluña) le proporcionó un crédito por un total de 290.000 euros con vencimiento a 32 años (30 de noviembre de 2036). Se trata de un 59,9% más del valor declarado de la vivienda, cuando habitualmente los bancos tan sólo concedían créditos en esa época por el 80% del valor tasado de los pisos.
Así las cosas, si pagó 181.304 euros por una casa por la que le concedieron 290.000 euros, ¿qué pasó con los 109.000 euros de diferencia? El alcalde asegura que puede justificar todos los gastos relativos a la diferencia entre lo pagado al vendedor de la casa y lo recibido por la caja para afrontar el pago.
A la vista de los datos, las dos partes inmersas en la compraventa se ahorraron cerca de 7.600 euros en el pago del impuesto de transmisión de bienes patrimoniales, valorado en el 7% en el ámbito de la Comunidad Valenciana.
Las características de la operación son relevantes por varios motivos. El lugar en el que está situada la vivienda era y es actualmente una de las zonas más caras de Elche. Fuentes inmobiliarias afirman que, en 2004, 170 metros cuadrados en la zona difícilmente se podían conseguir por menos de una horquilla de precios de entre 360.000 y 480.000 euros.
Sospechas en el partido
Lo curioso del caso es que, si se toman por buenos diferentes asientos del registro entre 2001 y 2004, las sucesivas compraventas de la casa tan sólo incrementaron el precio en 1.001 euros, desde los 180.303 euros del primer comprador a los 181.304 euros que pagó Soler. Un 0,5%, pese a que los datos oficiales del Ayuntamiento cifran en el 40% el aumento de los precios por la vivienda de segunda mano en ese mismo periodo.
En un municipio de raigambre socialista como Elche, donde llevan gobernando más de 20 años, la noticia de la adquisición de la vivienda trascendió en el partido. Fuentes socialistas señalan que el propio alcalde en aquel momento, Diego Macià, que tenía en Soler a su mano derecha, comentó en público en una reunión de la Junta de Gobierno que algún día tendría que explicar la compra.
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