EFEMadrid, 30 mar (EFE).- El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón continuará esta mañana tomando declaración a los diez últimos imputados en el llamado "caso Gürtel", que ascienden ya a casi sesenta, han informado fuentes jurídicas.En un auto notificado el día 17 y hecho público el pasado viernes, Garzón amplió las imputaciones por los delitos de cohecho, fraude fiscal, blanqueo y tráfico de influencias a estas diez personas, la mitad de las cuales han comparecido ya ante el juez.En este auto figuraban once personas, aunque una de ellas Tomás Martín Morales, ya había sido imputado anteriormente por el magistrado.Los nuevos imputados son Alicia Mingues Chacón, José Luis Díez Berrerdo, Luciano Gallego Porro, Rafael de León Cebrero, Francisco Jurado, Verónica Castañé, Cristina Colmán González, Luis Agramont, Eduardo Jaussi y Eduardo Eraso.Algunos de estos nuevos imputados están supuestamente relacionados con los negocios del ex alcalde de Boadilla del Monte (Madrid), el imputado Arturo González Panero, y otros con los despachos de abogados que utilizaba la trama de corrupción liderada por Francisco Correa para sus actividades fuera de España Garzón prosigue así con la instrucción de esta causa a la espera de que los Tribunales Superiores de Justicia de Madrid y Valencia decidan si la asumen después de que el magistrado se inhibiera en su favor al haber hallado indicios contra aforados regionales como el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.De hecho, la semana pasada el juez inició los trámites para decretar la administración judicial de doce empresas intervenidas a esta trama de corrupción presuntamente liderada por Francisco Correa, uno de los tres únicos imputados que se encuentran en prisión por estos hechos. EFE na/ero.
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Los presuntos tramposos, instalados en la derecha políticaEn los primeros años setenta del siglo pasado, un western atípico, llamado El día de los tramposos, cosechó un notable éxito en las pantallas españolas. Grandes actores, como Kirk Douglas y Henry Fonda, avalaban el interés suscitado por la película. Unos doce años antes -hacia 1959-, también fue muy vista por el público de nuestro país, una españolada bajo el título genérico de Los tramposos, con un reparto de estrellas entonces emergentes como Tony Leblanc, Concha Velasco, Laura Valenzuela y Antonio Ozores.En la actualidad, los tramposos han abandonado el cine –aunque puedan reaparecer en cualquier momento- y se han instalado en la derecha política, de modo que frecuentan la madrileña calle de Génova y otros enclaves conservadores. Muchos de los tramposos se han especializado en la perversa mezcla de política y negocios, lo que no es nuevo ni mucho menos. Baste, por ejemplo, con leer a J. H. Elliot en su libro sobre el conde-duque de Olivares. En los inicios del reinado de Felipe III, en el siglo XVII, “el pueblo veía tan sólo cómo los ministros del rey se comportaban con un afán desmedido de lucro y cómo prosperaban de día a día gracias al cargo que ostentaban”.El yernísimoEntre los tramposos, de los comienzos del siglo XXI, cabe incluir a modo de historia -que sería por cierto una película extraordinaria-, presuntamente a Alejandro Agag, el yernísimo, cuya corte de ambiciosos sin límites se movía hace unos años en el ámbito del denominado clan de Becerril, amparados todos los cachorros populares, aquella alegre muchachada, por la poderosa protección del presidente del PP y del Gobierno, José María Aznar López, el hombre que casó a su hija Ana con el citado Agag y que, junto a su maniobrera esposa -obstinada en ser la segunda/primera dama del Reino- impulsaron la celebérrima boda imperial, celebrada en el Monasterio de El Escorial, eregido a instancias de Felipe II, padre del ya mencionado Felipe III.Noble encargoAgag era íntimo amigo -en esa época al menos-, de Francisco Correa y de sus conocidos cuatreros/pijos, sin olvidar al denominado El Bigotes, Álvaro Pérez. Hasta el punto de que fueron ellos los organizadores oficiales de la boda, noble encargo que les endosó el presidente, ansioso de satisfacer a sus distinguidísimos invitados, algunos estadistas de primera categoría y alto rango, llegados de Londres y de Roma. Uno fue el organizador. El otro fue además padrino de boda. No pocos figuraban en las lista de invitados.El mecánico de AgagHan transcurrido poco más de diez años y Agag ni sabe ni contesta. Preguntado hace un par de días por el periodista Lluis Canut, en TV-3, sobre quién confeccionó la lista de invitados al enlace matrimonial, Agag recurrió a la vía del cinismo: “Debió de ser un mecánico”. Luego no quiso decir nada sobre Correa, uno de sus padrinos: “Me está entrando una especie de amnesia”. Interrogado en torno al regalo de boda que le hizo Correa, Agag manifestó: “La amnesia ahora es total”. Y requerida su opinión acerca de los casos de corrupción vinculados al PP siguió impasible, parapetado en el sarcasmo: “Mire, la amnesia se ha convertido en sordera”.Rajoy, encogido de hombrosAgag elude hablar de Correa. Esperanza Aguirre cierra la comisión de investigación parlamentaria sobre los espías que redactan o redactaban dossiers comprometedores. Mariano Rajoy, como siempre, se ha lavado las manos y se encoge de hombros. Luís Bárcenas, senador tesorero del PP –cargo desde el que se fraguó el caso Naseiro, hace unos 20 años-, asegura que “lo de mi sueldo es una barbaridad”, pero no dice cuánto cobra ni cómo se ha multiplicado su fortuna en estos últimos años. Sáenz de Santamaría y De Cospedal continúan insistiendo que todo es un montaje y sugieren, sin pestañear, que el PP está más limpio que una patena el día del Corpus.El estadista valencianoEl estadista valenciano, de nombre Francisco Camps, es incapaz de encontrar las facturas de sus elegantes trajes y, mientras, toma el pelo al personal proclamando que él paga sus vestidos. Trillo -que ignora el sentido del vocablo dimisión ni conoció la dignidad como ministro de Defensa- justifica a Camps y advierte que no acostumbra a pagar sus compras con tarjeta de crédito. Por cierto, esto de pagar a tocateja lo frecuentan no pocos supuestos tramposos. Como le sucede el vicepresidente de la lideresa, el impoluto González, experto en sacar tajada a las aguas de Isabel II, la reina que transformó Madrid en la corte de los milagros y las corrupciones de todo orden.El perito pícaro de CorcubiónLos tramposos jamás se cortan un pelo. A Carmen Veiras, la jueza de Corcubión (A Coruña), uno de los peritos judiciales se la ha metido doblada. Santiago Martín Criado, profesor de Ingeniería Naval, es el pícaro de esta otra historia que nos lleva al asunto Prestige. Asesoró entonces, en 2002, al Ministerio de Fomento y, por tanto, al Gobierno Aznar y respaldó la actuación gubernamental en la catástrofe. Pero hurtó ante el Juzgado su relación con Fomento, circunstancia incompatible por aquello tan elemental de que no se puede ser a la vez juez y parte. Andaban muy fatuos en el PP por el auto de la juez exculpando a Fomento. La exculpación la han conseguido mediante una trampa flagrante. Carecen de escrúpulos y se pasan, los tramposos, por salve sea la parte su vergüenza, si es que aún les queda.El de la copistería¿Se acuerdan del mago de los negocios inmobiliarios y urbanísticos, Ricardo Romero de Tejada, a la sazón presidente del PP de Madrid, cuando argumentaba tras el tamayazo que sus ingresos le llegaban en buena parte como empleado de una copistería? Pues ahí está, de consejero casi perpetuo en Cajamadrid, que es otro ejemplo de ausencia de probidad popular. De trampa en trampa, de chollo en chollo, de oca a oca, y tiro porque me toca. Los tramposos, hay que reconocerlo, son linces. Se parecen a ese episcopal lince ibérico, que no es ibérico, transformado en reclamos publicitarios contra el aborto. Sin embargo, tranquilos todos. Seguimos en la corte de los milagros. Y en la de los tramposos.Enric Sopena es director de El Plural
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Se presentó como "asesor de Relaciones Públicas del Gobierno de Aznar"M. M. LLORETEl hombre fuerte de Francisco Correa en Valencia, Álvaro Pérez Alonso, más conocido como El Bigotes supo aprovechar bien los contactos con políticos del Partido Popular que incluso le abrieron las puertas para convertirse en uno de los profesores de un Máster de Imagen y Asesoramiento Político que imparte la Universidad Pontificia de Salamanca. “Álvaro Pérez Alonso, asesor de Relaciones Públicas en el Gobierno de José María Aznar. Presidente del grupo The Orange Market”. Ésta era su tarjeta de visita en la web de la organización, que ya ha sido retirada.En la Pontificia ya no conocen al Bigotes. Poco después de su imputación en el caso Gürtel, su fotografía desapareció de la web del Master de la universidad salmantina. Sin embargo, el pasado deja rastro y El Plural ha podido rescatar la presentación que se hacía de él antes de caer en desgracia.Si se consulta en la actualidad la lista de profesores, su nombre ha sido eliminado de la lista, como se puede comprobar en la página web de la universidad.
Representantes peperos...El Bigotes compartía cartel, entre otros, con el secretario de Comunicación del PP, José Luis Ayllón, el coordinador Electoral del PP, José Antonio Bermúdez de Castro y la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Bilbao, Cristina Ruiz Bujedo....y de Obama o el Gobierno de ZPPero no sólo los populares están representados en el curso. El portavoz nacional de la campaña electoral de Barack Obama en EEUU, Freddy Balsera, también figura en el claustro, al igual que la presidenta del Partido Demócrata de los Estados Unidos en España Alana Moceri, el director del Gabinete de la Secretaria de Estado de Comunicación en Moncloa, Gonzalo Vázquez Villanueva y el director del Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco, Francisco Llera.9.900 euros por cursoEl master ha celebrado ya tres ediciones y cuenta entre sus colaboradores con el PP y el PSOE. Los alumnos pagan 9.900 euros por el curso y las clases se imparten de octubre a junio.De Pajares a CampsEl currículum del Bigotes es de lo más sorprendente. Fué representante del actor Andrés Pajares con quien le unían vínculos familiares (es sobrino de su ex mujer Chonchi Alonso). Incluso llegó a participar en alguna de sus películas. Hizo sus pinitos en la radio y la televisión, pero dio el pelotazo al entrar en el círculo íntimo de Correa. A través de él conoció posiblemente a Camps en el año 2000, cuando éste formaba parte del equipo de Ana Mato y los de Correa organizaban actos para el PP.Aterrizaje en ValenciaEn 2003, precisamente cuando Camps sustituyó a Zaplana en la presidencia de la Generalitat, ¡que casualidad!, Bigotes aterrizó en Valencia y fundó junto a Pablo Crespo Orange Market. De acuerdo con datos publicados por El País, en 2004, la empresa ingresó 204.000 euros, y al año siguiente ya facturaba 2,4 millones de euros."Cae muy bien a la gente"Correa supo sacar lo mejor de él y explotó su facilidad para las relaciones públicas. Así se lo hizo saber a sus allegados más íntimos: “Cae muy bien a la gente”, decía. Posiblemente por ello le hizo responsable del negociado valenciano, donde se codeó con la cúpula del PP. Muestra de las buenas relaciones del Bigotes con la élite política es que a su boda asistieron además de Camps, el vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, el portavoz parlamentario y secretario regional del PP, Ricardo Costa y el director general de Canal 9, Pedro García.
Caída en desgraciaSin embargo, al bautizo de su primer hijo, celebrado pocos días después de ser imputado con Garzón, sólo acudió Pedro García, quien por cierto tiene en nómina a la mujer del Bigotes, que ha hecho una fulgurante carrera en Canal 9 como presentadora. En su currículum figura haber sido una de las bailarinas de las célebres Mama Chicho de Telecinco.Días de vino y rosasAhora, el PP valenciano reniega de él y lamenta no haberse dado cuenta antes de su "catadura moral". Lejos quedan esos días de vino y rosas cuando El Bigotes era la sombra omnipresente en los eventos organizados no sólo por el partido sino también por la Generalitat. Él fue el organizador de eventos tan importantes como la visita del Papa a Valencia o las presentaciones del circuito urbano de Fórmula 1.
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