El dirigente del PP alertó al promotor tras estallar el caso Gürtel, según las escuchas del teléfono del empresario Enrique Ortiz
Artur Balaguer Alicante
Archivado en: Caso Gürtel, Corrupción, Comunidad Valenciana
Dado que la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Guardia Civil concluyó en un informe del caso Gürtel, fechado en abril de 2010, que la trama que tejió la red corrupta liderada por Francisco Correa financió al PP de la Comunidad Valenciana con facturas que pagaban hasta cinco empresas contratistas del Consell a cambio de adjudicaciones, y que una de ellas era Ortiz e Hijos, el sumario del caso Brugal, que se basa en las escuchas grabadas al teléfono de Enrique Ortiz, incluye decenas conversaciones y citas del promotor con el entonces secretario general del PP, Ricardo Costa, y su vicesecretario, David Serra, ambos también diputados.
Su lectura y despiede deja al descubierto la estrecha relación entre ellos, la mediación de ambos con miembros del Gobierno valenciano y el indicio de que, tras estallar el escándalo Gürtel, Serra intentó que Ortiz pusiera en orden sus cuentas para evitar problemas con la justicia.
El 11 de julio de 2009, en plena tormenta judicial y pocos días después de que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, acudiera a declarar al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) por el asunto de los trajes, David Serra llamó a Ortiz, que se encontraba navegando en su yate por las islas Pitiusas, para advertirle de que tomara precauciones ante la posibilidad de que la investigación policial derivara hacia donde concluyó.
David Serra: Oye, no, solamente una cosita, ¿este teléfono se…podemos hablar tranquilamente?
Enrique Ortiz: Pues no lo sé.
D. S: Nada, simplemente una cosa, todo lo de las facturas…
E. O: ¡Ah! Bien.
D. S: Que lo tengáis atado y pertrechado.
E. O: Si.
D. S: Claro hombre, que tenga... que esté todo bien, pero que tengáis todo...
E. O: Todo en orden.
D. S: Todo en orden, simplemente es eso, que lo tengáis documentado todo bien.
E. O: Vale, vale, vale...
D. S: Simplemente era eso.
Sin embargo, las advertencias entre ellos son anteriores. Solo dos días después de la detención de Francisco Correa, el 6 de febrero de 2009, se produce esta conversación:
E.O: Le dimos al amigo este tuyo unos temas.
D. S: Sí.
E. O: Y con toda la movida que hay a ver si lo podía para...
D. S: Pues bueno.
E. O: Sabes, a ver si luego le pegas un toque y le dices, oyes, sabes, y lo arreglamos de otra manera.
D. S: Claro, vale.
E. O: No vaya a ser que se monte lío.
D. S: No creo que se monte lío, porque estos, entre nosotros lo hacemos con ellos, ya lo has visto.
E. O: Ya, ya, ya.
D. S: Tenemos muchos, hacemos mucho trabajo con ellos y está todo correcto, todo facturado y todo contrastado, y la contabilidad perfecta. Y, por tanto, no nos preocupa en ese aspecto.
E. O: Ya, ya. Vale.
La policía relaciona en su informe esta conversación en “el contexto del presunto escándalo de corrupción aparecido en diversos medios de comunicación”, el caso Gürtel.
En otra conversación fechada en agosto de 2009 David Serra y Enrique Ortiz hablan de un envío.
E. O: ¿Qué me cuentas?
D. S: Nada, todo bien. Y lo que estábamos esperando, me dicen que ya ha llegado.
E. O: ¿A sí?
D. S: Solamente eso, que ya ha llegado la cajita de naranjas a Valencia.
E. O: ¿Y qué tal?
D. S: Bueno, pues no sé. Ya te contaré cuando las abran.
En enero de 2009, antes de estallar Gürtel, el vicesecretario del PP valenciano intenta cerrar por teléfono una comida con Ortiz, Ricardo Costa y Vicente Llácer, otro importante promotor valenciano. El informe de la policía descubre que Serra le comenta a Ortiz lo que “tenemos” pendiente del proveedor nuestro. “Creo que ya lo tienen todo pertrechado y claro”, dice. Y añade: “Me dicen que lo que necesitarían es que les hagáis ya el pago”. Cuando Ortiz responde que ya está hecho, Serra matiza que se refiere a que “les libréis el talón o los pagarés”.
Las numerosas conversaciones grabadas entre ambos desvelan que Serra también medió entre Ortiz y los consejeros Vicente Rambla y Manuel Cervera. Incluso aceptó intermediar en la adjudicación de contratos.
D. S: Ahora lo que tenemos que hacer es fijar ya un día para que nos podamos ver.
E. O: Cuando vosotros lo digáis, lo hacemos.
D. S: Si.
E. O: Para que...
D. S: Vale.
E. O: Para estas obritas que van a salir, coño, a ver si nos echas una mano.
D. S: Vale, vale. Bien, ¿pues cuándo quieres que no veamos?
E. O: Cuando tú digas.
Su lectura y despiede deja al descubierto la estrecha relación entre ellos, la mediación de ambos con miembros del Gobierno valenciano y el indicio de que, tras estallar el escándalo Gürtel, Serra intentó que Ortiz pusiera en orden sus cuentas para evitar problemas con la justicia.
El 11 de julio de 2009, en plena tormenta judicial y pocos días después de que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, acudiera a declarar al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) por el asunto de los trajes, David Serra llamó a Ortiz, que se encontraba navegando en su yate por las islas Pitiusas, para advertirle de que tomara precauciones ante la posibilidad de que la investigación policial derivara hacia donde concluyó.
David Serra: Oye, no, solamente una cosita, ¿este teléfono se…podemos hablar tranquilamente?
Enrique Ortiz: Pues no lo sé.
D. S: Nada, simplemente una cosa, todo lo de las facturas…
E. O: ¡Ah! Bien.
D. S: Que lo tengáis atado y pertrechado.
E. O: Si.
D. S: Claro hombre, que tenga... que esté todo bien, pero que tengáis todo...
E. O: Todo en orden.
D. S: Todo en orden, simplemente es eso, que lo tengáis documentado todo bien.
E. O: Vale, vale, vale...
D. S: Simplemente era eso.
Sin embargo, las advertencias entre ellos son anteriores. Solo dos días después de la detención de Francisco Correa, el 6 de febrero de 2009, se produce esta conversación:
E.O: Le dimos al amigo este tuyo unos temas.
D. S: Sí.
E. O: Y con toda la movida que hay a ver si lo podía para...
D. S: Pues bueno.
E. O: Sabes, a ver si luego le pegas un toque y le dices, oyes, sabes, y lo arreglamos de otra manera.
D. S: Claro, vale.
E. O: No vaya a ser que se monte lío.
D. S: No creo que se monte lío, porque estos, entre nosotros lo hacemos con ellos, ya lo has visto.
E. O: Ya, ya, ya.
D. S: Tenemos muchos, hacemos mucho trabajo con ellos y está todo correcto, todo facturado y todo contrastado, y la contabilidad perfecta. Y, por tanto, no nos preocupa en ese aspecto.
E. O: Ya, ya. Vale.
La policía relaciona en su informe esta conversación en “el contexto del presunto escándalo de corrupción aparecido en diversos medios de comunicación”, el caso Gürtel.
En otra conversación fechada en agosto de 2009 David Serra y Enrique Ortiz hablan de un envío.
E. O: ¿Qué me cuentas?
D. S: Nada, todo bien. Y lo que estábamos esperando, me dicen que ya ha llegado.
E. O: ¿A sí?
D. S: Solamente eso, que ya ha llegado la cajita de naranjas a Valencia.
E. O: ¿Y qué tal?
D. S: Bueno, pues no sé. Ya te contaré cuando las abran.
En enero de 2009, antes de estallar Gürtel, el vicesecretario del PP valenciano intenta cerrar por teléfono una comida con Ortiz, Ricardo Costa y Vicente Llácer, otro importante promotor valenciano. El informe de la policía descubre que Serra le comenta a Ortiz lo que “tenemos” pendiente del proveedor nuestro. “Creo que ya lo tienen todo pertrechado y claro”, dice. Y añade: “Me dicen que lo que necesitarían es que les hagáis ya el pago”. Cuando Ortiz responde que ya está hecho, Serra matiza que se refiere a que “les libréis el talón o los pagarés”.
Las numerosas conversaciones grabadas entre ambos desvelan que Serra también medió entre Ortiz y los consejeros Vicente Rambla y Manuel Cervera. Incluso aceptó intermediar en la adjudicación de contratos.
D. S: Ahora lo que tenemos que hacer es fijar ya un día para que nos podamos ver.
E. O: Cuando vosotros lo digáis, lo hacemos.
D. S: Si.
E. O: Para que...
D. S: Vale.
E. O: Para estas obritas que van a salir, coño, a ver si nos echas una mano.
D. S: Vale, vale. Bien, ¿pues cuándo quieres que no veamos?
E. O: Cuando tú digas.
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