Al juez no le han convencido las explicaciones del regidor esta semana y ha decidido mantener su imputacion por los delitos de prevaricación, negociación prohibida a funcionarios y tráfico de influencias. El juez Juan Carlos Carballal considera que existen "evidencias" de que el regidor utilizó su condición para beneficiar a la empresa Álvarez Cacabelos, en la que trabaja su hermano David Cacabelos, y adjudicarle el proyecto del edificio administrativo en la calle Cándido Acuña de O Grove. El regidor solicitó en septiembre de 2008 que se incoase el expediente de contratación del proyecto de construcción, a pesar de que la firma de su hermano ya había redactado el proyecto en abril. El proceso fue avalado por el alcalde "a sabiendas de su ilegalidad", cita el auto.
El auto concluye que el alcalde también actuó de forma ilegal al contratar las obras, cuyo presupuesto asciende a 1,3 millones de euros. La beneficiaria del concurso fue la constructora Álvarez Prol, a pesar de que en la oferta no constaba el proyecto de ejecución y de que su propuesta adolecía de numerosos defectos, como indica el juez. Entre ellos, la falta de pliegos técnicos de materiales e instalaciones, de memoria constructiva o del cuadro de precios por unidades.
La empresa presentó las mejoras del proyecto fuera de plazo, lo que fue determinante para que la mesa de contratación la eligiese. En esa mesa estaba sentado como arquitecto invitado el hijo del dueño de la firma beneficiaria. En diciembre de 2008, se certificó el inicio de las obras y el gasto de 100.000 euros para poder percibir una subvención de 80.000 euros de la Xunta. Un notario da fe en abril de 2009 de que no existe actividad alguna en el solar.
elpaís.com
El auto concluye que el alcalde también actuó de forma ilegal al contratar las obras, cuyo presupuesto asciende a 1,3 millones de euros. La beneficiaria del concurso fue la constructora Álvarez Prol, a pesar de que en la oferta no constaba el proyecto de ejecución y de que su propuesta adolecía de numerosos defectos, como indica el juez. Entre ellos, la falta de pliegos técnicos de materiales e instalaciones, de memoria constructiva o del cuadro de precios por unidades.
La empresa presentó las mejoras del proyecto fuera de plazo, lo que fue determinante para que la mesa de contratación la eligiese. En esa mesa estaba sentado como arquitecto invitado el hijo del dueño de la firma beneficiaria. En diciembre de 2008, se certificó el inicio de las obras y el gasto de 100.000 euros para poder percibir una subvención de 80.000 euros de la Xunta. Un notario da fe en abril de 2009 de que no existe actividad alguna en el solar.
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